Revista Cultura y Ocio

calles de Buenos Aires: un cronista de la guerra en Villa Lugano

Por Libretachatarra
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Con el brevísimo recorrido de una cuadra, del 5900 al 6000, nuestra ciudad homenajea con una calle en el barrio de Villa Lugano, muy cerca del deslinde con Mataderos, a uno de mis artistas plásticos preferidos, el fiel y minucioso retratista de la sangrienta Guerra contra el Paraguay, Cándido López.
El escritor, teórico y crítico de arte Fermín Fèvre (1939-2005) en su libro de 2000 para la Editorial El Ateneo nos traza una semblanza de nuestro personaje:
Cándido López nació en Buenos Aires el 29 de Agosto de 1840. Aunque sobre su vida no abundan datos precisos, se sabe que estudió pintura con varios maestros de la época.
Las primeras pinturas que se conservan lo muestran muy deudor de sus maestros y no ponen de relieve grandes dotes como artista. Son de expresión dura, con una pintura muy lineal y un dibujo más bien vacilante. Su interés es escaso.
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En 1862 lo encontramos en Mercedes (Provincia de Buenos Aires) Allí pinta el retrato del General Mitre y un San Gerónimo.
En 1865 se va a vivir a San Nicolás de los Arroyos, donde se instala como fotógrafo al daguerrotipo y realiza viajes por pueblos cercanos como Bragado, Luján, Chivilcoy y San Antonio de Areco.
Cuando en 1865 estalla la Guerra de la Triple Alianza, López se enrola en el Batallón de Guardias Nacionales; el 2 de junio parte aguas arribas y en su diario personal registra los distintos campamentos donde se instalan: San Nicolás, Uruguayana, Paso de los Libres, entre otros. Participa en las batallas de Yataí-ti Tuyutí y Curupaytí. En esta derrota de nuestras tropas, ocurre un hecho desgraciado en su vida: una granada le destroza la mano derecha. Enviado a Corrientes para su curación, la mano le es amputada hasta el antebrazo para evitar una gangrena. Un año después se le efectúa otra amputación por encima del codo.
Este tremendo acontecimiento lo obliga a educar su mano izquierda para seguir pintando: con los bocetos y dibujos realizados durante la guerra realizó veintinueve óleos que fueron expuestos en 1885 en el Club de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires; en 1887 el Congreso Nacional aprobó la compra de esos óleos por el valor de once mil pesos moneda nacional.
Un año más tarde se establece en Merlo y en 1892 se instala en Buenos Aires y trabaja en una habitación interna del Cuerpo de Inválidos del Ejército, situada en Azcuénaga y Melo donde pone su taller, muy visitado por colegas de armas y amigos.
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Pintó en total 58 cuadros referidos a la contienda bélica, aunque se cree que tuvo intención de pintar casi un centenar de obras sobre el mismo tema; al pintarlos, el artista dejó a un lado su formación académica para desarrollar una pintura propia tal cual se lo exigían los temas que deseaba abordar.
Fèvre nos dice que en las naturalezas muertas que pintó, donde también hace gala de un interés pictórico por el detalle, no deja de ser académico y tradicional, pero en el conjunto de su obra éstas son sólo un referente. Lo importante está en las escenas de la Guerra del Paraguay. El tema es, en su caso, determinante y su pintura gira sobre él.
El 31 de diciembre muere en nuestra ciudad. Muchos lo llamarán “el manco de Curupaytí”, cuyas obras podemos disfrutar en distintos sitios como el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo Histórico Nacional y el Museo de Luján.
FERNANDO LAROCCA
[email protected]
Diciembre 2011

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