Multitud de propuestas, cada una con sus pros y sus contras, son las que podemos encontrar en el mercado a la hora de elegir una cámara en 360, y para ayudaros en vuestra decisión hemos decidido darle un espacio a las más demandadas dentro de los "grandes" fabricantes:
De luces y sombras...así titularía un artículo si fuese solo para la propuesta de Samsung, que a priori (y en líneas generales) es la más recomendable para el gran público.
4K, posibilidad de funcionar con una sola lente, autonomía para algo más de una hora, calidad de imagen y sonido...sería la mejor en relación calidad precio, pero señalemos su talón de Aquiles: se calienta y deja funcionar. Así, sin más.
Esto tiende a suceder en sesiones de más de 20 minutos de grabación constante, así que, si no vais a emplear semejantes tiempos: es perfecta. Pero tenedlo en cuenta.
Por otro lado, también cuenta con una tara incomprensible: solo funciona con teléfonos de gama alta de la marca (en relación al visionado y control remoto, porque la cámara funciona de forma autónoma sin problema).
Esto tiene tela, porque entendemos que la visualización (que requiere de un potente post-procesado) no se lleve a cabo en cualquier teléfono, pero era perfectamente posible emplear cualquier terminal para la puesta en marcha, apagado y navegación por menús de forma remota. Incomprensible que no pueda hacerse.
Recomendada: sí, es la mejor opción calidad precio, y su revisión de 2017 la convierte en algo más fiable.
2K, sonido decente y calidad de imagen muy justita. Una hora de autonomía y...poco más. Es algo más asequible que la propuesta de Samsung, pero no es tan recomendable.
Veréis, el tema de la resolución es importante, porque esas 2K salen de la suma de dos lentes...no son reales, y cuando visualizamos un vídeo en 360, grabado con esta cámara, se nota la falta de definición.
Vale para un uso casero, pero es mejorable es sus aspectos fundamentales: los visuales.
La calidad de sus lentes y la imagen en general no superan el aprobado.
Repetimos con sus 2K, con un sonido bastante decente y con una calidad de imagen mejor que en el caso de la propuesta de Ricoh, pero siguiendo por debajo del invento de Samsung.
Es la segunda opción a elegir de entre estas tres, pero seguimos decantándonos por la primera mención.
Cumple con su cometido, sí, pero mediante unas calidades demasiado justas...
Mejor brillo/contraste y algo más de refinamiento en el resultado final, pero carente de verdadera definición.
Está claro que este tipo de máquinas no son, a día de hoy, aptas para el streaming (post-procesado sí o sí), así que, aunque posean wifi o Bluetooth, queda reservado para temas de "botonera" y opciones, que en el caso de LG y Ricoh cuentan con mayor compatibilidad en torno a que permiten el uso de multitud de terminales para el control.
No llegan a mostrar las calidades del monstruo de GoPro (pero mencionemos que cuesta cuatro veces más...) y con excepción de la primera recomendación, todas terminan por mostrar vídeos muy contenidos en temas de resolución, por lo que no esperéis la asombrosa calidad de las cámaras profesionales.
¿Merecen la pena? Sí, rotundamente, porque grabar la acción en 360 es un lujo asequible, y porque con ello se acabó lo de enfocar hacia un punto concreto: todo queda registrado a nuestro alrededor, encima y debajo. Todo.
La tecnología no deja de avanzar, y en breve tendremos propuestas mucho más potentes, con definiciones superiores y menores problemáticas. Esto acaba de empezar, pero si queréis subiros al carro: Nosotros os recomendamos la 360 de Samsung, con sus imperfecciones ya marcadas.