Revista Opinión

Camargo, el pueblo poeta.

Publicado el 03 abril 2019 por Carlosgu82
Camargo mío y de todos,
de los parques y las plazas,
de caminos cementados y lodosos.
Camargo que Dios te abraza,
Camargo de muchos modos.
Poblado de amor y brasas,
creces, en conjunto, codo a codo.
Camargo, el pueblo poeta,
acogido a las faldas de la sierra,
rodeado por el río florido,
cubierto de nogales, ricas tierras.
De clima extremoso.
Noches calurosas de platicar en banquetas.
El éter del pueblo es hermoso.
Días de viento, de impermeable o de paraguas.
Pueblo viejo y bendecido.
Ubicado, en la zona centro sur, del estado de Chihuahua.
Amanece muy temprano.
El sol, comúnmente, hace presencia.
Queman sus rayos la piel Tarahumara,
germina semillas, da vida a las plantas,
he ilumina, con frecuencia,
las casonas olvidadas, el atrio de presidencia.
El faro de las estrellas
adorna la entrada norte de la ciudad,
ciento siete escaleras nos separan de la cima.
Desde arriba, se divisa,
el primer asentamiento de la comunidad.
Todo lo demás es cultura, tradición y clima.
Camino tus calles,
la historia me encuentra,
tu vida ha sido larga y sin glamour.
Hay una puerta enorme,
donde el infinito entra.
No se necesitan llaves,
si caminas, hacia el sur.
Cuando llueve es caos total.
Las calles se encharcan,
el pueblo se guarda,
Dios no perdona.
Florecen las rosas,
las aves, en los árboles, aparcan.
El calor se ha ido,
como también se nos han ido personas.
El deporte favorito es el béisbol.
Los Mazorqueros de Camargo solo han ganado un anillo.
Nuestro parque, cubierto de nogales, cumple el rol.
No es grande, pero si muy bello:
Es el Alonso Ronquillo.
Camargo está hecho de nueces,
de bellas mujeres
dulces como miel de abeja,
con creciente producción apícola.
No importa que te vayas varias veces,
porque siempre vuelves,
a este empíreo de tierra, ganadero-agrícola.
Es el mismo cielo el que cubre al mundo,
son las mismas aguas, es el mismo sol,
pero aquí el cielo es mas grande,
aunque sea por un segundo.
Cuando atardece en Camargo,
le brotan al pueblo, rosetas de arrebol,
mientras la gente va camino a casa.
Por la noche beben, un café amargo,
de olla, en su taza.
Dios te guarde pueblo,
y que las estrellas iluminen tus terrazas.

 
Luis Armando Acosta Muñoz


Volver a la Portada de Logo Paperblog