Sin duda, este debe de ser uno de los titulares más sorprendentes de cuantos se hayan podido leer sobre trueques a lo largo del último siglo. Se trata de una transacción real que tuvo lugar en plena cúspide de la burbuja económica que se creó con los tulipanes en la Holanda del siglo XVII. Sin andarme por las ramas os diré que los tulipanes sufrieron una especulación brutal, llegaron a cotizar en bolsa y se vendía la producción antes incluso de que existiera físicamente la flor. Tan brutal que el precio de un solo bulbo de tulipán llegó a suponer el sueldo de más de 16 años de trabajo de una persona normal. Por el mismo precio podías comprar 25 toneladas de mantequilla, 24 toneladas de trigo, 83 cerdos o, volviendo al ejemplo del título, una vivienda de lujo en la mejor zona de la ciudad, aunque este fue un caso un tanto peculiar. Y es que hablamos de un tulipán especial, el semper augustus (que significa "siempre esbelto" en latín), un tulipán del que en 1624 solo existían 12 unidades en manos de un coleccionista, era el ejemplar más escaso y codiciado de cuantos existían en la época. La imagen que ilustra este artículo es, como no podía ser de otra manera, un tulipán semper augustus.
Mucho se ha hablado y escrito de la espectacular burbuja económica que se creó y de la tremenda crisis que tuvo lugar cuando se desplomaron los precios. No obstante, una imagen vale más que mil palabras y si es un vídeo pues mucho más aún así que quiero compartir con vosotros un documental que explica detalladamente este capítulo de la historia que tanto nos puede enseñar. Se trata de un vídeo de 49 minutos que aclarará todas las dudas que podáis tener.