Si padeces de dolor muscular, fiebre, cansancio generalizado o escalofríos, entre otros síntomas, es probable que hayas “pescado” una buena gripe.
Pese a que no existe un antídoto ni remedio 100% infalible para acabar con este virus, llevar una dieta equilibrada, haciendo especial hincapié en los siguientes alimentos, te ayudará a recobrar las fuerzas.
Cebolla y ajo
Estos dos vegetales de color blanco suponen una interesante defensa contra los casos de fiebre y tos. Para beneficiarnos de su acción, prepararemos un puré a base de una cebolla y dos puerros asados durante 40 minutos (a no más de 200ºC), que trituraremos junto a un diente de ajo. Puedes tomar varias cucharadas al día.
Limón
El zumo de esta fruta, mezclado con un vaso de agua puesto a hervir, suele obrar milagros en caso de fiebre alta y cansancio producido por la fiebre. Bebe esta infusión dos o tres veces al día, siempre bien caliente, y benefíciate de todas las propiedades de la vitamina C.
Zanahoria
Otra consecuencia de la fiebre es la alta sudoración que provoca, especialmente por la noche. Si así ha sido, un buen jugo de zanahoria (mezclado con el zumo de otros vegetales si se desea) supone una buena inyección del mejor defensor de las vías respiratorias: la vitamina A.
Canela
También recomendada para estados de debilidad, la canela se toma en infusión para combatir el dolor muscular y hacer que el organismo entre en calor, evitando así los escalofríos.
Leche
Este líquido que a buen seguro tenemos en la nevera, también nos puede echar una mano en casos de gripe: calienta un vaso de leche y aumenta las defensas de tu organismo gracias al hierro, las proteínas y el calcio que te proporciona.
Orejones
Además de mejorar la sequedad en la garganta, los orejones previenen la proliferación del virus y refuerzan las defensas, cosa posible por su alto contenido en vitamina C.