Revista Opinión

¿Cambiamos el rumbo de Palencia o seguimos igual?

Publicado el 06 junio 2017 por Jangas

La ciudad a golpe de improvisación. Algunos quieren dar la sensación de que hay que ir acostumbrándonos a que nuestra ciudad no tenga una planificación clara de cara al futuro.

La última tropelía del partido popular de Palencia fue la convocatoria de forma impuesta de un debate sobre el estado de la ciudad sin tiempo material para que pudiéramos organizar ningún tipo de debate entre los colectivos y asociaciones que son elementos fundamentales a la hora de construir ciudad. Querían aprovechar que hacían la valoración partidista de estos dos años de legislatura para poder llevar esa misma posición al debate plenario sin que el resto de grupos tuviéramos tiempo de organizarnos. Están demasiado acostumbrados a confundir lo partidista con lo institucional y demasiado poco al diálogo con los demás.

Una hora antes de la convocatoria del pleno, en la Comisión de Participación se hacía un ruego respecto al debate sobre el estado de la ciudad, al que representantes del PP dijeron que era una cuestión que se iba a abordar en la Junta de Portavoces para acordar el día de celebración.

Cuando se nos comunicó la celebración del pleno, este ya estaba convocado oficialmente y enviado a los medios de comunicación.

El alcalde buscaba (mal)cumplir un compromiso con la oposición y quitarse un debate social que no interesa al PP. Olvidando que dispone de dos quintas partes del pleno y que no son suficientes para decidir unilateralmente.

No fue posible celebrarlo porque el resto de grupos de la oposición nos pusimos de acuerdo para que se desconvocara, llegando a acordar que no íbamos a acudir al mismo y solicitaríamos la convocatoria de uno extraordinario en septiembre.

El debate institucional siempre está organizado desde el poder así que el equipo de gobierno decidió que si no se hacía con prisa que se hiciera en verano que siempre despierta menos el interés de la ciudadanía y que en lugar de ser extraordinario fuera durante el pleno ordinario de julio. Es algo a lo que nos tiene acostumbrados el actual alcalde, en lugar de presumir de celebrar el primer debate sobre el estado de la ciudad se mete en un berenjenal del que sale en peores circunstancias que si hubiera hecho los deberes adecuadamente. Tampoco es tan complicado convocar una junta de portavoces o por lo menos acordarlo con el grupo que favoreció explícitamente la investidura para asegurarse que salen adelante las propuestas.

Le ha pasado también con la reunión con el Consejero de Sanidad para solicitar la segunda ambulancia nocturna para la ciudad de Palencia, que dijo que tenía el presentimiento que iba a haber noticias positivas y la decisión del Consejero fue negativa para las solicitudes de la ciudadanía palentina y para las del propio alcalde que había apostado por que se concedería esa reclamación social y del pleno municipal. El viernes pasado preguntábamos en la Junta de Gobierno sobre el tema y el alcalde no sabía nada sobre esa reivindicación. Menos de una semana después de la negar que tuviera información relativa a la segunda ambulancia, la Junta decide iniciar el expediente que permitirá proveerla para nuestra ciudad.

O en las reuniones con los vecinos y vecinas de las Casas del Abella en el Ave María, donde en la última reunión los representantes del partido popular no dijeron nada respecto al tema. Quien gobierna la ciudad no tiene nada que decir ante un problema de salubridad pública. Una decisión que supondrían un coste de unos 30.000 € para el Ayuntamiento y que podrían perfectamente asumirse por parte de los presupuestos municipales.

Gobernar a golpe de ocurrencia sin tener claras las prioridades políticas de la ciudadanía no sólo respecto al resto de partidos sino también respecto al suyo propio y a las Asociaciones vecinales. La política requiere preparación, no podemos construirla a parches, sin diálogo político ni vecinal y sin una planificación del modelo de ciudad del futuro.

Tenemos enfrente al PP de las buenas palabras pero con unos tics autoritarios que les llevan a meterse en dinámicas absolutistas más que democráticas. El partido que gobierna Palencia tiene miedo a hacer un debate sobre el estado de la ciudad en condiciones, probablemente porque está inmerso en una dinámica rutinaria de gestionar la ciudad sin transformarla en la línea de las propuestas programáticas del 2015. Las noticias que llegan sobre la corrupción en otros puntos de España están haciendo mella y desanimando al equipo de gobierno entregado en exlusiva a la política de fiestas y turismo, más propia de los pueblos que de una capital de provincia.

Sólo nos queda que el partido socialista intente cambiar el rumbo de la ciudad presentando una moción de censura para cambiar las personas que gobiernan y que otras lideremos un proyecto nuevo para Palencia.

O se presenta durante estas fechas para tener tiempo de cambiar la política municipal o perdemos dos años más en un proceso estático incapaz de revertir la política entregada al mercado que está haciendo que los y las jóvenes se vayan de Palencia, que los autónomos, las pequeñas empresas y los comercios cierren y la percepción social de la ciudadanía sea que vivimos en una ciudad sin futuro.

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