El seguimiento semanal de diversas competiciones me ha llevado a ver un perfil de entrenador que, con sus matices, tiene un punto en común. Le cuesta enormemente cambiar una situación adversa producida a lo largo del partido e, incluso, mantener una situación favorable. Son 3 técnicos de 3 competiciones diferentes, la Liga BBVA, la Liga Adelante y la Premier League.
Carlo Ancelotti: Su Real Madrid tiene una de las plantillas más profundas y de más calidad del mundo futbolístico actual. Sin embargo, el aprovechamiento de la misma no parece del todo óptimo. Ancelotti puede acertar más o menos en su planteamiento inicial pero, lo que está claro es que sus cambios no suelen favorecer la dinámica del equipo. Suplentes que salen habitualmente son Asier Illarramendi, Isco y Chicharito Hernández, 3 futbolistas con un rol muy determinado, asentar el centro del campo, favorecer la posesión del balón y cazar algún remate ganador, respectivamente. Los cambios que realiza son, en un gran porcentaje de veces, más allá del minuto 65.
Víctor Muñoz: El criticadísimo entrenador del Real Zaragoza está ante un doble reto, por una parte terminar de consolidar el plan A, esto es, el equipo titular y hacer que la intensidad del equipo no decaiga más allá del minuto 60. En lo primero no lleva mal camino, el once inicial parece bastante definido, su rendimiento va a más, el problema llega cuando se empieza a hacer palpable el cansancio, los cambios no sólo no mejoran sino que empeoran notablemente el juego del equipo, poniendo en peligro lo cosechado hasta ese momento. La materia prima no es de una calidad destacada y hay muchos jugadores que acaban de llegar al equipo blanquillo. En este caso el momento de los cambios es bastante temprano aunque hay que destacar que, en la mayoría de partidos ha habido lesionados y problemas físicos diversos.
Brendan Rodgers: Otro que tiene problemas en este inicio de temporada, su Liverpool está mucho peor de lo que se esperaba de él. Sus planteamientos iniciales han sido puestos en duda en casi todas las ocasiones. La línea de mediapuntas no ha generado el peligro necesario como para suministrar adecuadamente a la delantera. La defensa ha hecho aguas y no se confía en el portero. Sin embargo, Rodgers, a lo largo del partido, sigue fiel a su primer plan. Sus cambios son muy tarde y en varias ocasiones, ni siquiera los ha agotado. Ya se han perdido numerosos puntos en los últimos minutos. Mucho trabajo tiene el galés por delante.