Horacio Quiroga comenzó dando las gracias. En los últimos días visitó la zona sur, uno de los dos bastiones electorales de Cambiemos en la provincia, para felicitar a referentes y militantes por el deber cumplido en las dos elecciones nacionales.
No hay motivos para meterse en problemas y Pechi no se los fabrica: se lleva un Oscar de la Academia y aplaza el debate de las candidaturas todo lo que puede. El desafío de Cambiemos para ese otro tipo de elección que implicará la disputa de la gobernación es “el fortalecimiento de la estructura”. Esto es, mantener lo que ya tiene y sumar nueva base electoral, generando una red de referentes, afiliados y funcionarios de todos los partidos con los pies dentro del plato. Será sustancial para ganarle al MPN.
Acaso el partido provincial, las turbulencias internas que atraviesa, sean la otra cara de la moneda. Así como son un problema las disidencias en su interior, también habla a las claras de una aptitud por el poder. Hay varios que quieren y se pelean por el botín.
Como parte de ese plan para contrapesar fuerzas, el jueves el macrismo quedará representado bajo el sello Cambiemos en todos los ámbitos legislativos de la provincia. La excepción será la Legislatura, donde el sello funcionará como interbloque, sin perder la identidad de las procedencias partidarias de cada legislador.
Es una movida más estratégica que purista: así conservará sus actuales posiciones en comisiones parlamentarias. Las elecciones fueron hace un mes pero parece haber pasado una eternidad.
La política, cuando pisa el acelerador, a veces tiene llaves para manipular el tiempo. Por lo bajo, casi sin disimulo, buena parte del arco político ya está de campaña.