Como esto siga así acabaremos circulando en bicicleta. Y es que no se puede ya con tanta subida del petróleo y todo por culpa de lo que está sucediendo en países como Libia. Lógicamente, me preocupa más la situación de sus habitantes que el que pueda o no llenar el tanque de combustible de mi coche, pero no me negarán que sigue siendo una faena que por culpa de un loco que lleva mil años en el poder esté provocando, ya no sólo su pueblo sufra, sino que el resto de habitantes del planeta vean como sus carteras se desinflan cada vez que tienen que pasar por una gasolinera.
Y es que debido al conflicto en Oriente Medio, puesto que la tensión no reside solo en Libia, el barril de petróleo se ha situado ya en 120 dólares, pero el dato podría empeorar llegando a los 200. ¿Se imaginan ustedes tener que pasar por la gasolinera y poder poner solo un litro de carburante puesto que éste cuesta 100 euros? Aún recuerdo aquella época de bonanza económica, hace algo más de una década, cuando con 500 pesetas de gasoil llenaba el tanque de mi coche y éste me duraba 15 días.
Pero es que encima ahora el precio del gasoil está casi igual que el de la gasolina normal. Así que aquellos que eligieron la opción de un vehículo diesel por el ahorro económico que ello suponía, están viendo que de nada les sirve tener un coche ruidoso. Pero si nos centramos en el futuro e intentamos ser objetivos para con la situación que nos espera, creo que o invertimos una gran cantidad de dinero y llenamos mil o dos mil garrafas de gasolina ahora que no ha llegado a su máximo para tener en el futuro o luchamos, en un tiempo no muy lejano, a muerte como lo hiciera Mel Gibson en la película Mad Max, por unas gotas de combustible.
Y todo ello sin contar con sus derivados puesto que ya no podré encender ni mi estufa de queroseno, ni mi lámpara de petróleo, ni mi mechero de gasolina y menos aún sacarle brillo a mis zapatos, puesto que aunque no se lo crean, el betún también proviene de la oscura materia. Así que nos esperan jornadas de oscuridad, las nocturnas. En las diurnas aún habrá sol, a no ser que éste también funcione con combustible y se vaya apagando.
De todas formas y como ya saben ustedes que yo soy más previsor que ninguno, ya me estoy preparando para lo peor y he creado un combustible a base de materias orgánicas consistente en la cáscara de un plátano, el zumo de un limón, las hebras de una piña y el líquido de una lata de melocotones en almíbar. La verdad es que aún no hace que mi coche camine pero por lo menos éste no contaminará y dejará un aroma tropical allá por donde pase. Mientras, a gastarme los cuartos, como todo el mundo.
Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…