A lo largo de nuestra vida asistimos al oleaje de diversos cambios que nos afectan en nuestras decisiones.
No podemos ni debemos olvidar que esas vidas en general suponen sucesivas adaptaciones por causa y efecto de las distintas épocas que siempre nos acompañan, indicándonos qué posibilidades tenemos para elegir nuestras formas, pensamientos y actitudes que nos van formando dentro de cada época.
Por supuesto que depende de los años que hayamos resistido sin sucumbir a estos oleajes de cambios de épocas.
He pasado por distintas épocas. Época de la dictadura de Franco, época de la Transición no transitada, época de la democracia ¿democracia? que supone un mojón en el año 1978 con una Constitución con sólo un artículo reformado en estos 36 años de existencia de la misma.
Y ahora época de cambio de Jefe de Estado con la abdicación del rey Juan Carlos I en su hijo Felipe que será el sexto de los 'felipes' que reine en España.
Como muy bien dice Fernando Rey (casualidades que tienen algunos apellidos), pero este Rey es catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valladolid y efectivamente en un artículo publicado en El País de 4 de junio de 2014, dice en su primer párrafo:"La abdicación, que no renuncia (porque esto afectaría a sus herederos) ni dimisión (porque en cuanto jefe de Estado, no tiene superior), del rey Juan Carlos I es una metáfora del cambio de época de nuestra democracia, abre la puerta a un tiempo nuevo, aunque lo viejo no acabe de morir, y suscita algunos problemas constitucionales interesantes".
Está claro que estamos ya dentro de otra época (aunque aparentemente no cambie más que de rey la Corona) no por ello plantea un primer problema al no estar regulado casi nada en nuestra Constitución dicha Corona.
Felipe, que será Felipe VI deberá ser muy exquisito con todo lo que haga o deje de hacer. No en vano también encarna a una juventud machacada por el paro diabólico que tenemos. Veremos.
Cambio de época.