Este portarrollos de cocina de madera siempre nos gustó, pero nunca fue estrenado; nos hemos acostumbrado a usar rollos de papel de tamaño gigante, demasiados grandes para este soporte.
Pero, como ya hemos dicho que nos gustaba, estábamos decididas a darle otro uso, y otro aire con pintura verde mint... ¡Qué raro!
La idea inicial era quitar el trozo de madera que tiene debajo la sierra para cortar el papel de aluminio. Pero nos dimos cuenta de que, si lo hacíamos, el mueblecito se desmontaría por completo...
Así que, plan b al canto; simplemente levantaríamos la tapa...
..., y la dejaríamos abierta y apoyada sobre la trasera del pequeño auxiliar.
Para nuestra sorpresa, la estantería resultante parece hecha a medida de los botes de especias, incluso hemos recuperado uno vacío que nos sirva de florero.
Queríamos darle otra función al portarrollos, y como especiero no lo vemos nada mal.
Además, en la barrita de madera hemos colocado unos ganchos donde colgar pequeñas tazas de café.
Y aquí lo tenéis, colocado por fin en la cocina, después de muchos años olvidado...,
..., cumpliendo con una nueva función, práctica y decorativa al mismo tiempo...
¿Qué os ha parecido el cambio?
A nosotras nos encanta la segunda oportunidad que le hemos dado al portarrollos de salir del altillo, donde moraba, para lucir con una nueva vida.
¡FELIZ FIN DE SEMANA!