Desde hace bastante tiempo, yo diría que desde que tengo uso de razón, en la venta lo verdaderamente importante, es el cliente. No en vano estamos hartos de oír frases tan recurrentes como: “el cliente siempre tiene la razón”, “ sin clientes no hay negocio”, y un largo etcétera.
Y a pesar de que esto es totalmente cierto, no es menos cierto que los tiempos cambian, y los consumidores y sus hábitos evolucionan, el acceso al producto está, más que nunca, al alcance de la mano, a un simple click de ratón…y ante esta situación debemos de asumir que, las herramientas de venta, también, han de evolucionar y adaptarse a todos estos cambios.
Si queremos mantenernos, debemos adaptarnos, debemos utilizar las herramientas del siglo XXI para poder vender en el siglo XXI. Porque ya basta de pedir a nuestros equipos comerciales, que se baten el cobre, a diario, en busca del bien más preciado, los clientes, que vendan nuestros productos con técnicas y herramientas obsoletas. Porque a nadie se le ocurriría pedir a Fernando Alonso que cada Domingo saltase a la pista, del circuito que toque, a ganar a Hamilton con un “600” (excelente coche para mediados del siglo pasado, y para las vitrinas de los museos de este siglo).
Mientras no asumamos que hay que adaptarse, reinventarse y formarse para el uso de las nuevas herramientas, no podremos conseguir salir a delante, fundamentalmente por dos motivos: el primero porque estaremos desfasados y será muy complicado atraer nuevos clientes, y el segundo porque tendremos que competir en desigualdad de oportunidades con respecto a la competencia que, si lo hayan asumido y ya lo estén aplicando.
Así pues estamos en el pleno convencimiento de poder decir que, el PARADIGMA COMERCIAL, esta cambiando, con todo lo que ello supone. Y que únicamente en tu mano estáapostar a ganar o apostar a menos perder.