Cambio de planes

Pues tenía programado un post para hoy hablando de alguien, pero miren, que le den morcilla. A pastar. No pienso seguirle el juego a ciertos elementos, así que, cambio de planes. Me acabo de despertar, a las seis de la mañana, de un sueño rarísimo, y se lo voy a contar.

No me acuerdo de mucho, pero parece que iba de aventuras. Algo así a lo Indiana Jones, pero con mezclas típicas de sueños agitados.

La historia iba de un chaval, muy rubio y muy bonico él, de unos 16 años. Me caía bien e iba por el mundo -vaya usted a saber qué querrá decir eso- con una especie de tutor. Debía ser época de vacaciones y yo recuerdo mucho desierto y mucho camello (o igual eso no estaba en el sueño y me viene ahora, que la mente es así de díscola). Muy viajeros ellos.

El caso es que el muchacho parecía estar muy solo, sin personas de su edad, algo malhumorado, hasta que, en algún momento del sueño, conoce a una muchacha preciosa, de rasgos africanos y pelo divino, de sonrisa apabullante, con una chispa tremenda, inteligente y divertida, y se enamoran. En medio hay mucho misterio con el origen y la familia del chico, que no aparecen por ningún lado.

Paso directamente al final. Están juntos, tumbados, riendo, tremendamente y adolescentemente felices. Él hasta sonríe (que en el sueño se ve que el muchacho andaba triste y cabizbajo todo el rato). El chico saca el móvil y se van a hacer unos selfis. Pero surge algo raro, una sombra. Cuando la imagen vuelve, la veo a ella de cara y a él de espaldas en un primer plano, ella lo mira a él, pero yo solo veo su nuca. Pasa algo...

Y luego oigo a un señor contando una historia sobre un sarcófago (el del hijo de Cleopatra, que murió siendo un joven adolescente, que para ellos sería ya un señor mayor), que al ser manipulado ha perdido su "estanqueidad" y ha hecho que la momia se estropee. Años y años intacto y, de golpe, su contenido se ha desmoronado.

Y ato cabos y recuerdo cómo el joven aventurero se ha deshecho y se ha convertido en polvo delante de la muchacha. Ella no grita aterrorizada, ella llora atónita al ver cómo un chaval adolescente que no había podido vivir, que soñaba con aventuras y con el amor, se ha convertido en polvo ante sus ojos.

A mí no me cuadra mucho que el chaval fuera rubio de media melena, pero oigan, los sueños son así de raros y Cleopatra era mucha Cleopatra.

Volviendo al meollo, creo que lo importante aquí es el mensaje: la vida son cuatro días. Intenta dejar algo bueno. No seas mala persona, que al final vas a ser ceniza igualmente y lo que quede será pasado. Deja al menos un recuerdo hermoso entre los que se quedan.

P.D.: Dedicado a toda esa gente que hace que se me revuelvan las tripas.

P.D.: La foto es de la película ' Alex Rider: Operación Stormbreaker', y el actor se parece mucho al joven de mi sueño (ahora es adulto y se llama Alex Pettyfer). Les prometo que no he visto esa película.