“Cambio de rumbo”. La manifestación del 19J se convierte en el primer paso para provocar un cambio político.

Imagen: canariasahora.es

No podía ser de otra manera. La manifestación que tuvo lugar ayer en diferentes capitales de todo el territorio español demostró que, en esta ocasión, la sociedad está muy disconforme con el mayor tijeretazo de la historia de la democracia y que no se trata de una pataleta de los funcionarios porque no tendrán paga de Navidad.

Porque los que se dieron cita en la tarde de ayer 19 de julio no solo fueron las organizaciones sindicales, los miembros de los sectores afectados como el de la educación, la sanidad o también el del funcionariado, sino que además allí estuvo aquel que nunca había ido a una manifestación, aquellos que han perdido su trabajo hace bastante tiempo y siguen sin encontrar nada y aquellos que aún trabajando ven que se quedarán sin nada como la economía no empiece a caminar.

Y es que, para los desinformados que aún estén en las nubes, ayer no se reivindicó sólo que los funcionarios dejen de percibir paga de Navidad. Ayer se pidió que los parados no sufran un tajo en su subsidio a partir del sexto mes. Que la cesta de la compra no se vea encarecida en casi 150 euros mensuales por culpa de los impuestos. O que la gasolina, la luz o incluso morirse no sea algo sólo para ricos, ya que por la subida del IVA, habrá que pagar más por todo eso.

Sé que muchos estarán pensando que las medidas son necesarias, que no es el momento de parar el país o incluso que se está haciendo una montaña por culpa de un grano de arena. Pero es que ya los españoles no aguantan más tanto vapuleo. Un zarandeo que comenzaron aquellos que inflaron sus bolsillos en tiempos de “Mari Castaña” y que, como si de una costumbre se tratara, han continuado el resto de mangantes. Y hablo de banqueros, tesoreros, enchufados o políticos en general.

Así que hasta que no aprendamos los modales necesarios que rigen una conducta modelo como son: no robar, tratar con respeto a tus semejantes y decir la verdad, porque en ella reside la paz de nuestra consciencia; este barco, llamado España, seguirá navegando al rumbo fijado por los piratas que en él se encuentren. Y les aseguro amigos, que navegamos…al fin de una era.

Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…

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