Lo voy a llamar cambio de sistema, aunque mejor debería decir, debemos cambiar el sistema actual por otro acorde con las nuevas tecnologías, que por cierto nos han ido imponiendo desde el actual sistema.
Cuando digo sistema, no es otro que el que nos rige desde hace mucho tiempo, casi desde que alguien se le ocurrió 'inventar' un medio que luego hemos denominado dinero.
El problema surgió cuando (como casi siempre) algún espabilado pensó que era mejor dejar de hacer trueques de bienes y 'crear unos papeles' que dijeran: esto que te entrego es para que no me des dos cerdos a cambio de grano de trigo para hacer pan, pues los cerdos hay que trasladarlos y eso es un engorro.
Cuando otro espabilado dijo que el 'papel' representaba un 'certificado' que 'avalaba' una cantidad en oro depositado en un 'cambista', entonces se creó lo que se llamó dinero según el 'patrón' oro.
Pero alguien más espabilado (que es lo que suele ocurrir), se planteó por qué no tener un banco para hacer prestamos con una módica cantidad de interés, hasta la devolución del mismo.
Se crearon los bancos centrales de cada país, para que todo quedara en casa y no aparecieran los especuladores de turno que enfangan la corriente monetaria.
Pero naturalmente los 'cambistas' se transformaron en bancos privados con el permiso de los bancos centrales. Estos bancos centrales pusieron las reglas o normas a los bancos privados para que en base a una proporción determinada pudieran prestar dinero a sus depositantes.
Es aquí donde se empezó a 'crear dinero', ya que las arcas de los bancos privados de por ejemplo 100 unidades depositadas, podían prestar 10 unidades, es decir se creó lo que se llama el encaje bancario, es decir automáticamente la unidad monetaria se aumentaba ficticiamente, ya que dicho encaje permitía entregar más dinero, que a su vez creaba más dinero y así ocurrió lo que todos sabemos, muchas entidades privadas quebraron por conceder más de lo que los deudores podían devolver llegado el plazo; y aquí estamos con un sistema, que como siempre, es el pueblo soberano el que paga.
El orden monetario actual está tan podrido que tenemos que hacer otro muy distinto. Como siempre las grandes tareas tienen que hacerlas un conjunto de personas al mismo tiempo, pero la mayoría de las constituciones dicen que es el pueblo soberano el que tiene la última palabra, por encima de todas las instituciones.
Pues entonces pongámonos manos a la obra y creemos un Nuevo Sistema Monetario, refrendado por el pueblo soberano.
Nos hemos convertido en víctimas del actual sistema monetario, pero es nuestro deber hacer uno distinto desde abajo a arriba, un nuevo cambio de sistema.