La U.E. está renovando su cúpula y la semana pasada le tocó el turno al puesto de Presidente del Consejo Europeo que se lo ha llevado el polaco Donald Tusk, que sustituye a la lumbrera de Van Rompuy, y al de representante de la U.E. para la política exterior que le ha tocado a Federica Mogherini, italiana, socialista, e inexperta en conflictos internacionales a pesar de ser la Ministra de Exteriores italiana. He utilizado las expresiones “se lo ha llevado” y “le ha tocado” porque no es una lotería pero se le parece mucho.
La señora Mogherini sustituye a la catástrofe de Catherine Ashton de resultados tan desastrosos que incluso una señora inexperta puede que lo haga mejor. La señora Ashton ha cometido muchos e inmensos errores, aunque se la debe disculpar porque estando a cargo de los asuntos internacionales en la U.E. lo lógico es que, como ocurre con todo en la Unión, meta la pata continuamente, aparte tener que contentar a la multitud de señores muy importantes que forman el caos absurdo de la U.E., y sobre todo a la Führer. De todas sus barbaridades, las dos que en mi opinión se llevan la palma de oro ex-ecuo son las ofertas de adhesión a la U.E. incluyendo la financiación a fondo perdido del proceso de adaptación, y las presiones que provocaron el cambio de gobierno y la guerra en Ucrania, y en mayo del 2013 el levantamiento del embargo de armas a Siria que pretendía ayudar a los rebeldes, ya entonces de mayoría islamista, que entonces califiqué no solo de estupidez sino de irresponsabilidad, y que ha acabado ayudando considerablemente al Estado Islámico a hacerse sin problemas con un ejército potente y bien armado. Mi recomendación a la señora Mogherini es que deje pasar el tiempo sin hacer nada porque de esta forma su gestión ya será mucho mejor que la de Catherine Ashton y nosotros estaremos mucho más tranquilos.
Cuando Merkel estuvo en Galicia, flirteó con Rajoy, se pasearon juntitos por un tramo del camino de Santiago, besaron la imagen del Apóstol al alimón y nos convencieron de que no es lo que parece, es decir que ella manda y el obedece, sino que conectan, se entienden y sus opiniones coinciden en todo. Pero entre tanto numerito, se les olvidó informarnos de un acuerdo que remataron mientras paseaban cogiditos de la mano y que nos afecta a todos porque se trata de otra puñalada por la espalda a los que no provocaron la crisis.
Según parece, en el ambiente bucólico de Santiago, Merkel y Rajoy sancionaron y acordaron un plan que llevaba tiempo elaborándose que supone recortes adicionales por 50.000 millones hasta el 2017.
9.500 millones en 2014, 10.500 en 2015, y 30.000 entre 2016 y 2017 una vez superadas las elecciones del 2015 que el PP espera ganar.
Creo que ya no queda en el mundo técnico económico de prestigio, premio Nobel de Economía, o simple individuo que sabe mucho del tema que no haya repetido varias veces que las medidas estúpidas Merkel – U.E. – F.M.I. no solo no han solucionado nada sino que lo han empeorado, después de perjudicar seriamente a los ciudadanos, y nos han dejado en una situación en que si nadie hace nada pasará mucho tiempo antes que podamos dar la crisis por concluida. Pero el ladrillo Merkel insiste en lo mismo como si todos fuesen burros menos ella, y el obediente Rajoy cumple sin chistar mientras no le toquen su Administración Pública y la inoperancia premeditada ante la corrupción. Parece ser que el plan lo ha descubierto La Razón, uno de los periódicos de Madrid conectados vía subterránea con varios ministerios, gracias a un informe del de Hacienda dirigido a inversores en deuda pública. Hace bien el Sr. Montoro porque una de las consecuencias de las medidas estúpidas es que hacen subir la Deuda Pública, que en todos los países de la U.E. ya ha alcanzado niveles que serán muy difíciles o imposibles de cancelar, pero a la Führer esto le trae sin cuidado porque parece que va a hacer como su predecesor Hitler, y no va a cesar en su empeño hasta el hundimiento final y total.
En Francia e Italia se han puesto en marcha planes de recorte también por las mismas cifras, pero al contrario que en España en Francia es el primer plan que se pone en marcha, y el segundo en Italia después de los recortes de Monti que no fueron ni de lejos tan duros como los nuestros. Encima tanto en Francia como en Italia, contraviniendo el método Merkel, se ponen al mismo tiempo en marcha medidas para incentivar el crecimiento y evitar la recesión, aunque limitados por los topes de déficit presupuestario, y a pesar de ello y sobre todo en Francia las medidas han causado crisis políticas y de gobierno.
En España no sé donde podemos recortar más. Parece ser que lo recortado con el nuevo plan serán los sueldos de los funcionarios, algún gasto de la Administración y las transferencias sociales, las prestaciones por desempleo y las subvenciones. Los miembros del Senado, los miles de altos funcionarios sobrantes, y los miles de ex de todo, desde presidentes de gobierno o CCAA a ministros, diputados o consejeros de todo tipo que cobran pensiones vitalicias o temporales de nivel y condiciones muy superiores a las del españolito medio, pueden estar todos tranquilos porque la Administración Pública española no se toca, aparte bajadas de sueldo que afectan mucho más a los funcionarios de a pie.
Constituir una nueva empresa en España seguirá costando al menos seis meses, particulares y empresas seguirán afrontando frecuentemente trámites ante las Administraciones que siempre acaban siendo farragosos, interminables e inciertos, la Administración seguirá sin reaccionar ante los problemas graves hasta que estos quemen o estallen, los errores de la Administración seguirán pagándolos y solventándolos los ciudadanos, a pesar de miles de mecanismos de control que cargan de trabajo a particulares y empresas la capacidad de la Administración para detectar casos graves seguirá siendo casi nula, etc. etc. etc., y la corrupción, por supuesto, seguirá combatiéndose con mecanismos inútiles en manos de la Oligarquía, que denuncia casos cuando y como interesa, y si se ha de ocultar información se oculta, y si se ha de sacar a gente de la cárcel se la saca. Pero la solución de estos problemas, que haría innecesarios los recortes y son la razón de que el paro sea siempre más alto en España que en nuestro entorno, ni tan solo se va a mencionar porque supondría el fin de la principal fuente de ingresos de mucho alto cargo burrocrático o político inútil, en activo o no, y de los que viven del B.O.E. y de lo que consiguen en el palco del Bernabéu. En fin, España seguirá siendo un país de súbditos, no de ciudadanos.