Revista Diario
Hace un año mi cabeza era un hervidero de ideas, fotografías, planes y un largo etcétera que sentí la imperiosa necesidad de abrir un sitio donde poder compartirlas. La idea de crear un blog llevaba meses rondándome la cabeza, incluso ya me había bajado una plantilla gratuita y tenía algún texto escrito que se podría haber convertido en mi primera entrada.
Pero uno por otro lo iba dejando, y nunca parecía encontrar la valentía suficiente para hacerlo. Hasta hace un año, la noche del 2 de junio. Lo recuerdo perfectamente. Estaba sentada en mi sofá, tras haber acostado al pequeñajo, momento que dedico a navegar por mis cuentas preferidas de Instagram.
Y allí estaba, la fotografía de mi querida María, @mariapomata, un avión de Playmobil del que descendía una familia. El avión que representaba el viaje de regreso a casa con su hija en brazos. Recuerdo que le dejé un comentario, diciendo que a A también le encantaba que le contáramos nuestro viaje a Etiopía, nuestro encuentro y por supuesto nuestro regreso en un avión.
A los pocos minutos un comentario de mi amiga y tocaya Marta, @martigim, en el que nos decía, chicas, hagamos algo con estas historias.
Y ahí fue donde comenzó todo. Era la señal que yo estaba esperando. Por un lado la necesidad de sacar aquello que hervía en mi mente y por otro, mis mamis del corazón, mis referentes, animando a que nuestras historias fuesen conocidas. No necesité más.
No pegué ojo en toda la noche, escribiendo casi de forma impulsiva lo que se convirtió en mi bienvenida al mundo 2.0
Aún así, a la mañana siguiente me daba mucho vértigo pulsar la tecla de publicar. Era un salto al vacío del que no sabía cual iba a ser el resultado.
Un año más tarde no puedo estar más contenta de aquel salto, desde entonces no han parado de suceder cosas bonitas. Lluvia al Pasear se ha convertido en mi pequeño hogar virtual, donde cada viernes me acompaña gente maravillosa en mis paseos semanales.
Así fue el principio, sin grandes pretensiones, una plantilla gratuita descargada, nervios y una ilusión tremenda. Pero los meses pasaban, el contenido en el blog crecía, cada vez le dedicaba más tiempo a las fotografías, y aquella plantilla que albergaba todo, empezaba a quedarse pequeña.
Cuando tuve que decorar mi piso, sabía exactamente lo que quería, leía revistas y blogs de decoración y poco a poco fui creando nuestro hogar. Pero con mi casa virtual no pasaba lo mismo, necesitaba que alguien me ayudase a "decorarla".
Y en mi vida apareció Noelia, alegre, cercana y al frente de Herpark, un solo vistazo tanto a su portfolio como página web y supe con absoluta certeza que tenía que ser ella la que me ayudase a crear la nueva imagen de Lluvia al Pasear.
Comenzó entonces un período de analizar, de estudiarme a mi misma, a mis fotos, al blog, de intercambio de ideas. Pero también de darnos tiempo, yo para pensar, ella para crear. No había prisa alguna.
Un par de semanas mas tarde, un email en mi bandeja de entrada, adjunto, el moodboard creado por Noelia estaba listo, una mezcla de imágenes, colores y tipografías que resumían la esencia del blog, y en el que deberíamos basarnos para su nuevo aspecto.
Recuerdo que me gustó al instante, era perfecto, y así se lo hice saber. Pero una vez más, el destino me sorprendió con su magia, y media hora más tarde, al llegar a casa, algo llamó mi atención. Entré en la habitación de mi hijo, y allí estaban, los mismos colores que acababa de ver en ese email.
Justo antes de emprender el viaje de nuestra vida, mientras amueblábamos la habitación de A, decidí hacerle un par de cuadros que recordarán sus orígenes y que lo acompañaran cada noche. El perfil de África con su corazón en Etiopía, y por supuesto no podía faltar, el otro sería el perfil de un león abisinio.
Esos cuadros se resumen en tres colores: gris, amarillo y coral. A sus pies, un juego de cojines blancos y turquesas complementan la decoración. No podía creérmelo, sin haber visto mi casa, y sin haberle demostrado preferencia por color alguno, Noelia había escogido para el blog los mismos que yo escogí en su día para la habitación más importante de casa, la que albergaba un sueño cumplido.
Detrás de aquello vendría el diseño del logo, avatares y portadas para las redes sociales. Yo buscaba algo sencillo, elegante, pero Noelia, una vez más me sorprendió incluyendo tres triángulos de color, y no al azar. Con aquellos triángulos quería dejar representados tres pilares: la adopción, mi maternidad y la integración en la sociedad.
Si llevas tiempo visitando mi blog, imagínate cuál fue mi reacción al leerlo. Adopción, maternidad, integración en la sociedad. Esos sin duda son los pilares de mi blog, lo que me mueve e impulsa a escribir cada semana.
Llegados a este punto, solo quedaba una tarea pendiente, darle al blog el aspecto que se merecía. Hoy estás viendo el resultado.
A ti Noelia, si hoy me estás leyendo, gracias. Gracias por tu dedicación y trabajo, pero sobretodo por tu sensibilidad para captar la esencia de Lluvia al Pasear y plasmarlo de forma tan bonita. Sé que te lo he dicho ya, pero me da pena que esta etapa de trabajo haya acabado, me acostumbré a nuestros emails y a la alegría que desprenden cada una de tus palabras. No cambies.
Gracias también a ti, a cada una de las personas que me acompaña cada viernes en mi paseo semanal. Gracias por dedicarme unos minutos de vuestro tiempo para leerme. Gracias por vuestros comentarios, por cada palabra y cada ánimo. Hoy las puertas están más abiertas que nunca, no te quedes ahí, pasa, explora cada rincón, sírvete una taza de café y disfruta de mi nuevo hogar. Eres bienvenido.