La realidad supera nuestras peores pesadillas, al menos en el sector sanitario. Dejando de lado Madrid (por ahora), la historia de la gestión sanitaria se ha teñido de un color oscuro, con muy mala pinta, y cada hilo que sale de ese entramado, tiene peor color que el original. Marta y Dante, de la revista Cafeambllet lo saben muy bien, y su libro "Artur Mas: on son els meus diners?" es un buen ejemplo de que debajo de los adoquines no está precisamente la playa...
Adjudicaciones sospechosas de contratos cuantiosos, informes de la Sindicatura de Cuentas catalana que nunca ven la luz, entramados que nadie arregla y personas que siguen dirigiendo hospitales pese a todo... ¿Como es posible cambiar de una vez todo y empezar de nuevo? ¿Por qué los partidos utilizan los grandes organismos para recolocar a afiliados "de toda la vida" que deben mantenerse para "agradecer los servicios prestados"?Como dice Francesc Moreu en esta entrada de su blog en Medicablogs, en el sector sanitario cuenta más que alguien sea "de los nuestros" a que sea "uno de los mejores". Hay un montón de gente preparada, sin esos vicios adquiridos por la politización de la gestión, y como señala Moreu "es su hora y para ello hay que arrumbar a los arribistas e incompetentes y saber decir adios los que cumplieron ya con su tarea". Ahora se buscan líderes y que alguien tenga el valor de apartar al que ya no sirve, pero falta poner el cascabel al gato, y no tener miedo. El que tome la medida, también acabará cayendo y seguro que cuando vuelva a su sitio, no recibirá muchas sonrisas. ¿Preferimos el bienestar de no tomar decisiones drásticas o difíciles o tener la satisfacción de que por fin movimos aquella piedra que estaba en medio del camino?Feliz domingo para todos.