Lograr que las empresas del orden familiar subsistan, crezcan y no sucumban al pasar a otras generaciones, es el objetivo del programa “Técnicas para la Adopción de Protocolos Administrativos en Empresas Familiares” que viene impulsando la seccional del Atlántico de la Asociación Colombiana de Pequeños Industriales (Acopi).
Desde el 16 de junio Acopi inició el programa que abarca temas como la profesionalización del gobierno empresarial–gobierno corporativo y lo relacionado con el relevo generacional en esta clase de sociedad. Este aspecto en opinión de la directora de Acopi, Rosmery Quintero, es fundamental para garantizar el éxito, con el paso de los años, de una empresa de este tipo.
Hoy día en Colombia un 60% de las empresas familiares, subsisten a las segundas generaciones, pero al pasar a la tercera, solo consiguen seguir funcionando un 3 por ciento.
“En Colombia hay muestras muy palpables de que estas cifras se pueden cambiar. La empresa Carvajal ha sobrevivido varias generaciones y se mantiene como líder en el sector, porque le dio un manejo adecuado a la sociedad”, sostuvo Quintero. En Barranquilla referenció la De Lima.
En el país las empresas familiares representan el 70% del total de las sociedades y generan el 65% del empleo, participando con el 20% en las exportaciones totales.
Sin embargo en estos momentos se enfrentan a una etapa de transición generacional importante, ya que el 76% se encuentra en manos de la primera generación, lo que indica que son susceptibles a un cambio generacional en los próximos cinco años, incrementando el riesgo de mortandad del 30% de compañías que se han enfrentado a procesos de sucesión empresarial y gerencial de la primera a la segunda generación.
Acopi estima que este proyecto ayudará a que los empresarios conozcan que solo familias y empresas que planifican y armonizan sus visiones, pueden conseguir salir avante de crisis venideras.
“Se trata de que los asociados comprendan que las buenas prácticas empresariales deben estar por encima de los lazos familiares. Allí los fracasos pueden ocurrir porque no hay reglas de juego claras, se confunden los roles, y se dejan llevar por las emociones. Por eso muchas compañías prefieren nombrar juntas directivas externas, para evitar inconvenientes que a la postre se reflejan en crisis económicas que posteriormente llevan al fracaso”, sostuvo.
Otros optan por entregar el manejo de la sociedad a terceros, pero sin perder el control económico.
La primera fase del programa de Acopi culminó ayer con la entrega formal de los respectivos Protocolos y gobierno de familia, a un total de siete empresas familiares de Barranquilla, que participaron del programa desarrollado en alianza con la firma consultora Suárez & Asociados.
Familia es familia
Según datos del módulo de Investigaciones administrativas de la Encuesta Nacional de Gobierno corporativo y responsabilidad social y del Formulario de prácticas empresariales de la Supersociedades, un 37% de los casos de liquidación de empresas familiares tuvo su causa en problemas de índole familiar. En un 44,3% confirmaron la existencia de recursos humanos sin competencias, por la costumbre de emplear a familiares sin las habilidades para determinados cargos.
Y un 87% de las sociedades estudiadas admitieron que no cuentan con criterios objetivos para elegir al sucesor del fundador. Y en el 92,8% de los fundadores de las empresas nunca han establecido el momento de su retiro.
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