No soy mitómano (no demasiado, supongo), pero confieso que cuando me ofrecieron hace unos días la posibilidad de entrevistar a Cameron Mackintosh me inmuté. Quienes comparten conmigo la pasión por el teatro musical me entienden, porque es uno de esos personajes únicos que uno siempre ha creído inalcanzable. Conocerle, por tanto, y poder charlar durante un rato con él ha sido un auténtico privilegio. Mackintosh vino a Madrid para apoyar la presentación del reparto español de la nueva producción de Los miserables que se estrenará el próximo 18 de noviembre en el teatro Lope de Vega de Madrid. Con él vino el compositor del musical, Claude-Michel Schönberg.
Tuve ocasión de entrevistarles antes de esta presentación en los jardines del hotel Santo Mauro, donde estaban hospedados. Mackintosh es un hombre nervioso (todo lo contrario que Schönberg, siempre en un discreto segundo plano, pero muy afinado en sus intervenciones) y muy, pero que muy locuaz. Habla con ímpetu, con efusión, de su profesión y de su papel dentro del teatro. Se definió a sí mismo como un "dinosaurio" dentro del mundo actual de la producción teatral. "En los premios Tony puedes ver a quince productores subiendo a recibir el premio por un espectáculo de un único actor", decía.
Cameron Mackintosh fue el productor de, entre otros, Cats, El Fantasma de la Ópera, Miss Saigon, Los Miserables... Musicales que han hecho historia tanto en Londres como en Broadway y le dieron un extraordinario impulso a un género en permanente reinvención. Es uno de los que han construido el gran espectáculo moderno, de los que han llevado al teatro el lema circense del "más difícil todavía"... Pero él sigue apostando, dice, por las historias ("los grandes musicales provienen de los grandes textos", me dijo), por la música, y no por las producciones espectaculares. "Es la historia la que pide su propia puesta en escena".
Schönberg dijo que el secreto de Mackintosh es que cuando apuesta por un musical su implicación es absoluta. "Trabaja siempre a vida o muerte". Algo que refrendó el productor, que considera que Dios le ha dado el don de poder saber cómo ha de ser una partitura, un cantante, un actor, una coreografía, una escenografía... Y que por eso es productor. "Hay varias clases de productor -me dijo-, y yo soy un metomentodo". Se comparó también con una comadrona que ayuda a los músicos y libretistas a dar a luz sus creaciones; le gusta trabajar con ellos hasta que considera que la obra está lista para entregársela al director, al escenógrafo, al figurinista... Y sigue al milímetro cada uno de los elementos del proceso. Julia Gómez Cora, directora de Stage (y ferviente admiradora de Mackintosh), me contó que quiso incluso ver la marquesina del Lope de Vega para comprobar que estaba bien y que vendía el espectáculo como debía.
Calcula que ha visto Los miserables más de mil veces, y sin embargo, siguió atento y nervioso (yo estaba justo detrás de él) las actuaciones del elenco español en su puesta de largo. Es un personaje al que da gusto escuchar, del que hay mucho que aprender y, sobre todo, admirar. Y yo, lo repito, un privilegiado por poder compartir con él un rato de charla...
Aquí tenéis la entrevista publicada en ABC
http://www.abc.es/20100923/cultura/teatro-actual-dinosaurio-20100923.html