La nueva entrega de la franquicia iniciada por James Cameron en 1984 ha generado unas enormes expectativas por varios motivos, siendo el primero de ellos el retorno de Arnold Schwarzenegger a uno de sus papeles más icónicos, sino el que más: el del cyborg enviado desde el futuro para acabar la guerra entre los humanos y las máquinas antes de que ésta se inicie. A esto se une la icónica Madre de dragones de Juego de Tronos, Emilia Clarke, tomando el papel que diera fama mundial a Linda Hamilton gracias a las dos primeras entregas de la saga: el de Sarah Connor, madre del líder de la Resistencia, John Connor. Con estos alicientes, las perspectivas no eran malas, aunque el resultado deja mucho que desear.
En primer lugar, el tráiler te revienta un giro de guión (últimamente estoy muy sensible con esto) que no sucede hasta que la trama lleva una hora y veinte iniciada (miré el reloj para cerciorarme de semejante burrada de marketing), lo que en una película de dos horas y cuyo giro en la trama es lo más destacado de la misma, me parece un error imperdonable. Además, el director intentó justificarlo diciendo que necesitaban mostrar que ofrecían algo nuevo y diferente a las otras entregas para que el público fuese al cine a verla. ¿Pero eso no se presupone aunque sea mínimamente?
Los efectos visuales son correctos (qué menos en una película de estas características), siendo lo más destacado la recreación de diferentes Schwarzeneggers más jóvenes que se enfrentan con nuestro protagonista (pese a lo raro que quedó dicho efecto en la cuarta entrega de la saga, en este caso el resultado visual es bastante más satisfactorio, aunque no deja de ser algo un poco chocante). Por otra parte, la película introduce varios golpes de humor que, si bien en su mayoría funcionan, algunos acaban resultando un poco repetitivos o forzados, como la repetición del mismo chiste por parte de Schwarzenegger sobre su edad (“I´m old, but not obsolete”).
El elenco, incluye a un J.K Simmons (ganador del Oscar a Mejor Actor de Reparto por Whiplash) realmente desaprovechado, en uno de los papeles que podría haber sido más originales, así como a un Matt Smith (el undécimo Doctor de Doctor Who) también bastante desperdiciado, llevando el peso de la película entre Schwarzenegger, Jai Courtney (el hijo de John McClane en La Jungla de Cristal 5) y los dos Clarke, Emiia y Jason. Si bien estos dos últimos realizan correctamente sus papeles, ni Emilia consigue captar la intensidad de Linda Hamilton como Sarah Connor, ni Jason consigue emocionar como el líder de la Resistencia John Connor (mejorando notablemente tras el giro de guión, todo sea dicho), siendo Jai Courtney el que sale mejor parado aproximándose bastante bien al Kyle Reese de Michael Biehn (The Terminator).
Sin duda, Schwarzenegger consigue que los momentos en que él aparece sean de lo mejor de la película, aunque eso tampoco es decir mucho, pues nos encontramos ante un pastiche de lo mejor de las dos primeras entregas (no mejorado, por supuesto), con una trama muy liosa para lo plana que es y con un par de momentos en que Schwarzenegger explica los viajes en el tiempo con terminología “científica” que parecen sacados de un sketch de doblaje de El Informal. Una pena, pues podía haber sido la revitalización de la saga.
Emilia Clarke como Sarah Connor
J. K. Simmons en un momento de Terminator Génesis