Revista Cultura y Ocio

Camille. Pierre Lemaitre

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Camille. Pierre Lemaitre
     "Un acontecimiento se considera decisivo cuando desbarata nuestras vidas por completo. Camille Verhoeven había leído esta afirmación unos meses antes, en un artículo sobre La aceleración de la historia. Ese acontecimiento decisivo, sobrecogedor, inesperado, capaz de provocar un cortocircuito en el sistema nervioso, lo podrán distinguir inmediatamente del resto de accidentes vitales porque transmite una energía y una intensidad particulares. En cuanto ocurra, serán conscientes de que sus consecuencias van a ser de proporciones gigantescas, de que lo que ha pasado es irreversible.
     Por ejemplo, tres disparos de una escopeta de repetición sobre la mujer que uno ama."
     Tras Irene y Alex, y sí Rosy & John aunque fue una tercera entrega que se coló sin avisar, era inevitable leer el cierre de la serie sobre Camille Verhoeven de Lemaitre. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Camille.
     Cuando comienza la historia Camille tiene una relación con una mujer llamada Anne. Y es algo que no olvidaremos a lo largo de la historia ya que Anne es brutalmente atacada y abandonada casi sin vida durante el atraco a una joyería. Cuando Camille se entera, hará todo lo posible por quedarse con el caso, ocultando su vínculo personal con la víctima para así poder dar caza a quien hizo eso a la mujer que ama. Lo que no saben ninguno de los dos es que el agresor parece dispuesto a no correr riesgos; la mujer no debió sobrevivir.
     Lemaitre avisó de que sería una saga corta la de Camille, de hecho inicialmente iba a ser una trilogía. Con el volumen que lleva como título el nombre de su protagonista, el círculo se cierra en más de un sentido, y pone punto y final a la historia de este carismático personaje marcado tanto por su carácter, como por su altura. Un comienzo agresivo en el que Lemaitre aprovecha uno de sus puntos fuertes, la tremenda capacidad para proyectar imágenes en el lector, presentando la brutal agresión sufrida por Anne, la pareja de Camille. Casi mastica las palabras ralentizando el tiempo para disfrutar del horror que puede provocar así en el lector y hacerle comprender el que sufre el propio Camille al ser testigo de la agresión gracias a las imágenes de una cámara de vigilancia. Y, aprovechando esa sensación, sentimos como si la tierra volviera a girar a la velocidad normal y nos adentramos en esta historia que dura tres días y que cuenta con el punto de vista de tres personajes: Camille, Anne y el propio ladrón que hablará además de forma directa. Y esa es la gran novedad de la última entrega de esta serie que, por lo demás, me ha resultado más previsible que las anteriores, sobre todo en su parte final. Es cierto que el haber recibido los libros de forma tan seguida, dificulta que el lector no se acostumbre a los giros y formas y le coja el punto a los trucos del escritor, pero uno no puede evitar querer ser sorprendido siempre y eso empaña un poco la lectura.
     Con todo, el personaje de Camille sigue siendo sobresaliente, esta vez con un equipo más reducido que nunca (confieso que me he quedado con ganas de más Louis), vemos como pisa peligrosamente las líneas de lo correcto en su trabajo para dar caza a quien hizo eso a Anne. La desesperación y su necesidad casi vital son palpables desde el primer momento, y el autor en la parte central del libro se encarga de desarrollar ese punto uniendo además este libro con tramas anteriores que no desvelaré. Pero sí os digo que esta vez convendría leer los anteriores para llegar a este. La violencia sigue presente de forma frontal y el autor no escatima en detalles, huellas de sangre o golpes precisos para horror de un lector incapaz de apartar la mirada de lo que nos relata. Y no sólo eso, sino que consigue que no resulte ofensivo, que se antoje necesario en sus novelas esa suerte de exhibicionismo (eso sí, en cantidad muy moderada) como si fuera una marca de la casa. Exactamente igual que lo es que nos recuerde que la estatura de su protagonista es inversamente proporcional a sus logros policiales. No sería Lemaitre si no lo hiciera así.
     Una novela que, sin llegar a Alex, sigue manteniendo el ritmo y la intriga adecuados para conseguir que el lector no levante la vista del libro. Muy entretenido para esas tardes piscineras que se aproximan.
     Y vosotros, ¿qué tipo de libros buscáis para esas tardes de sol, sombra y pereza?
     Gracias

Volver a la Portada de Logo Paperblog