Camilo VI

Molus mazus

Camilus Blanicuppelus Cortés, conocido como Camilo VI, hijo de Camilo V y padre de Camilo VII fue un legendario rey visigodo del reino de Alcoy.
Nació en el siglo VIII. Era un niño travieso y un adolescente irresponsable. Fumaba en la puerta del palacio, cruzaba los semáforos en rojo y rodaba como una noria.
En su cumpleaños su padre, rey de Los Dayson, en vez de llevarlo de putas lo llevó a invadir Castilla. El problema es que Castilla era ancha y fracasaron en el intento.
Camilo y su padre fueron apresados. Su padre murió durante el presidio tras ingerir pescado en mal estado.
Entonces se escapó y se unió a Los botines, un grupo de bandoleros con el que se ganaba unas monedillas. 
El mago Leroy Merlín en un descuido cogió una espada que estaba clavada en una roca y él, que pasaba por ahí, se le ocurrió nombrarle Rey.Inició su carrera en solitario como Camilo VI.
Su primera orden fue mandar a ejecutar al médico que le dio un azote en el culo al nacer. No se pudo llevar a cabo porque había muerto años antes de fiebres. El monarca no aceptó un No como respuesta ni como pregunta y lo mandó desenterrar. Fue colgado boca abajo durante tres días.
El resto de su reinado fue benevolente con sus súbditos. Entendiendo por benevolente mandarlos a ejecutar sin torturarlos antes.
Un día estaba aburrido y reunió un grupo de aguerridos guerreros y se lanzó a la búsqueda del Santo Grial, pero por el camino se paró en un puticlub con forma de castillo lleno de putas y lo del cáliz de Cristo pasó a un segundo plano.
Días más tarde asedió Roma y obligó a los romanos a negociar la paz a cambio de oro y algunas tierras en lugares de veraneo. 
Hacia finales de su reinado, había perdido territorio, pero todavía le quedaba un ejército poderoso como para saquear e invadir, pero apareció Doña Melina, la cual le traiciona y en la noche de bodas le corta los cojones. Resulta que era casualmente su punto débil.
Es por ello que siempre se enamoraba de quien no se enamoraba de él y por eso su alma siempre lloraba. Murió de pena y melancolía. Bueno, y desangrado, que la muy hija de puta le cortó los huevos.