Revista Viajes

Caminando entre piramides: tucume

Por Pablosolorzano

Continuación de la entrada anterior en la que habíamos conocido el Museo Tumbas Reales de Sipán y el interesante pueblo de Lambayeque. Ahora era el momento de seguir en la ruta y visitar las afamas pirámides de Túcume...
El museo de sitio Túcume fue construido en 1991 siguiendo el modelo de las capillas coloniales tempranas hechas con mano de obra indígena y siguiendo un estilo de raíces pre hispánicas: “las ramadas” que eran construidas con caña, barro, bloques de adobe y madera de algarrobo. Actualmente cuenta con iluminación natural y se abastece de agua mediante un molino de viento, todo lo cual ha hecho que sea merecedor de premios internacionales de arquitectura. En el recinto hay buenas maquetas, interesantes gráficos a modos de cómics que de una forma lúdica y entretenida nos dejan conocer más sobre la historia de la cultura Lambayeque. Si se quiere el servicio de guiado hay que pagar 20 soles. La entrada al museo y los restos de Túcume cuesta 8 soles y 3 para estudiantes. 
El viajero puede elegir entre 2 rutas para visitar los restos de Túcume: la A y la B, nosotros tomamos la A que incluye la visita al Museo de sitio, Sala temporal y la subida al Cerro Purgatorio. Es bueno llevar gorra, protección y agua ya que no hay ninguna tienda. Caminamos por el sendero que ha sido habilitado sobre el desierto y que era a veces interrumpido por el magro verdor de algún algarrobo o un pequeño cactus. El sol flameaba en medio del cielo y parecía reverberar en las piedras; la sombra alargada de algún gallinazo, que volaba casi en circulos, se dejaba ver reflejada como un punto movedizo sobre la larga extensión de tierra seca.

CAMINANDO ENTRE PIRAMIDES: TUCUME

Túcume - Lambayeque


CAMINANDO ENTRE PIRAMIDES: TUCUME

Túcume - Lambayeque


Con algo de esfuerzo subimos hasta la cima del CERRO PURGATORIO y desde allí tuvimos una vista insuperable: las 200 hectáreas de muros roídos por los elementos, plazas y 26 pirámides de adobe que conformaron alguna vez la capital de la cultura Sicán (ojo con confundir con el mucho más antiguo Señor de Sipán perteneciente a la cultural Moche o Mochica). Pero no crean que en toda esta inmensa extensión solo las lagartijas y los algarrobos sean lo único que evidencia que no estamos en un paisaje lunar. En los grandes espacios que hay entre las pirámides extensos y ubérrimos bosques crecen y permiten la vida gracias a los canales de regadío, algunos de los cuales fueron hechos por los mochicas para poder expandir su poderío en una de las costas más agrestes del mundo. Desde aquí también pudimos ver LA HUACA LAGA que es el edificio de adobe más extenso del lugar y probablemente del mundo: 700 metros de largo, 280 ancho y 30 de altura y en donde se ha hallado hasta restos incas.

CAMINANDO ENTRE PIRAMIDES: TUCUME

Túcume - Lambayeque


CAMINANDO ENTRE PIRAMIDES: TUCUME

Túcume - Lambayeque


CAMINANDO ENTRE PIRAMIDES: TUCUME

Túcume - Lambayeque


CAMINANDO ENTRE PIRAMIDES: TUCUME

Túcume - Lambayeque


Bajando del cerro Purgatorio desandamos el sendero pero nos desviamos intencionadamente por entre la HUACA LAS ESTACAS y el camino nos llevó hasta un bosque de algarrobos donde había unas casuchas que parecían habitadas solo por animales; el ramaje de los árboles sirvieron para protegernos de la vehemente refulgencia del sol. Seguimos y llegamos hasta el camino que iba hacia nuestro siguiente destino…

CAMINANDO ENTRE PIRAMIDES: TUCUME

Huaca Las Estacas - Túcume - Lambayeque


CAMINANDO ENTRE PIRAMIDES: TUCUME

Bosques de algorrobo - Túcume - Lambayeque

TUCUME VIEJO
Después de visitar los excelentes museos de Lambayeque y caminar entre las pirámides de Túcume normalmente el viajero pega el regreso hacia Chiclayo y, por desconocimiento o desinterés, deja de lado este pequeño caserío que tiene entre sus encantos una imponente construcción de prominente tamaño: los restos de una muy antigua iglesia colonial. 
Así que guiados por la curiosidad y azuzados por las ganas de estar en sitios que se encuentran al margen de la clásica “ruta turística” caminamos, en casi 20 minutos, los dos kilómetros del sendero que lleva hasta un desvío donde hay un letrero que apunta a la derecha: “Túcume Viejo” y así entramos en las polvorientas calles de este villorrio donde apenas se ve gente y aún se usa el caballo como principal medio de transporte. Es bueno saber que este lugar fue inundado por el desborde del río La Leche en 1620 por lo que se lo trasladó hacia lo que es hoy el Túcume que todos conocen.

CAMINANDO ENTRE PIRAMIDES: TUCUME

Ruinas de la iglesia colonial de Túcume Viejo - Lambayeque


Un grupo de juguetones y amigables niños nos condujeron hasta las ruinas de la iglesia considerada como uno de los ejemplos más interesantes de arquitectura religiosa del norte peruano. Conserva aún dos de las tres portadas que debió haber tenido originalmente y sorprende el grosor y buen estado de conservación de muchos de sus muros y los restos de pintura mural que han aguantado sorprendentemente el tiempo, el furor de la naturaleza y de las ansías destructivas del ser humano. El templo debió haber sido construida en la segunda mitad del siglo XVI lo que la hace una de las más antiguas de la costa norte y luego de haber sido abandonada fue usado también como cementerio por lo que se pueden ver los nombres de algunos difuntos en placas que han sido puestas en el suelo de lo que alguna vez fue la nave. Hoy en lo que fue el muro testero hay unos avisperos por lo que los niños nos recomendaron tener cuidado de acercarnos allí y sobre los muros vimos alguna lechuza que nos miraba indolente.

CAMINANDO ENTRE PIRAMIDES: TUCUME

Ruinas de la iglesia colonial de Túcume Viejo - Lambayeque


CAMINANDO ENTRE PIRAMIDES: TUCUME

Ruinas de la iglesia colonial de Túcume Viejo - Lambayeque


De Túcume Viejo hasta la plaza de la actual Túcume tomamos un mototaxi (1 sol). El pueblo tiene tiendas y restaurantes. Queríamos desde allí continuar viaje hasta Ferreñafe para visitar el MUSEO DE SICAN pero no hay transporte por más que vimos en el mapa que existía un camino. Un taxi puede cobrar 40 a 50 soles para unir ambos pueblos. El otro modo es volver a Chiclayo y tomar desde allí una combi hacia Ferreñafe directamente, no hay otro modo.
Precisamente para volver a Chiclayo tuvimos que salir a la carretera y tomar una de las combis que por 2 soles y en 35 minutos te lleva hasta el paradero de carros a Túcume que está a las afueras de la capital lambayecana. Desde allí hasta la plaza principal un taxi cobra 2,50 soles. Era hora de descansar. Al día siguiente íbamos a seguir visitando ruinas de iglesias y casonas en un “pueblo maldito”…
Pablo

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