Revista Salud y Bienestar
El misterio del tiempoEl horizonte del mañana se alcanza demasiado de prisa. Vivimos enredados en planes constantes que quizá muchas veces nunca llegan a concretarse en la realidad. El arte de vivir el ahora es el único medio de dar el sentido verdadero al tiempo que es mucho más que una realidad del reloj o una cualidad de la temporalidad de la materia. La mente, por su inmaterialidad, puede ir más allá del momento actual a través del recuerdo (hacia el pasado) o a través de la anticipación del mañana. Resulta difícil describir la biografía del corazón quizá porque cuando hablamos de lo humano existen muchos elementos que trascienden la capacidad de comprensión de nuestra propia mente. Más allá del hecho científico, la dimensión temporal de ser humano sigue siendo una realidad que genera grandes dosis de sufrimiento interno. El objetivo de este curso es invitarte a reflexionar sobre la importancia de Aprender a vivir el ahora; más allá de una idea literaria o de un consejo muy repetido en los libros de autoayuda. A través de los siguientes textos espero que puedas encontrar un momento para mirar dentro de ti mismo. CAMINANDO HACIA EL FUTUROCreo en la esperanza que me dan tus ojos cuando me ahogo ante la decepción de la realidad que brota más allá del espejo de mi tristeza. Creo en la esperanza que me dan tus manos cuando me caigo por el cansancio vital de un camino sin rumbo. Me tiemblan las rodillas en medio de una ansiedad continua. Como si fuese a morir mañana de pánico al reconstruir los retales desdibujados de mi alma difusa. No sé hacia dónde me dirijo pero confío en mi destino porque tú estás conmigo. Mensaje de la historia: el futuro siempre produce incertidumbre aunque también es cierto que existen etapas más inciertas que otras. La elección de la carrera, la búsqueda del primer empleo, el enamoramiento… son diferentes experiencias que ponen a prueba la capacidad del sujeto para enfrentarse a aquello que es desconocido en tanto que todavía no se ha dado: el futuro. Sin embargo, aunque el ser humano debe tomar las decisiones por sí mismo, la compañía y el saberse querido produce un placer que disminuye las sensaciones desagradables de ansiedad y tristeza ya sea a través de la pareja, la familia o los amigos. Nadie puede vivir a la expectativa ajena, sin embargo, disfrutar del camino acompañado es un verdadero regalo para el alma que refuerza lo mejor de sí misma. Es fundamental confiar en los demás para dejarse ayudar en el momento adecuado. La soberbia no sólo nos aleja de nuestra propia felicidad sino que también pone un muro entre uno mismo y los demás que se alejan de aquel que no da el trato adecuado a las personas. Por el contrario, la humildad es una virtud fundamental para reforzar los cimientos de la confianza mutua.