Camino a la escuela. En busca de la escuela

Título original:
Sur le chemin de l'école
Año:
2013
Fecha de estreno:
23 de Enero de 2015
Duración:
75 min
País:
Francia
Director:
Pascal Plisson
Reparto:
Documental
Distribuidora:
Abordar
Quizás no es el tipo de cine más atractivo en principio, pero sin duda es muy necesario. Los documentales de temática social se alejan más (por norma general) del cine como yo lo concibo, mezcla de entretenimiento y arte, acercándose más casi a la publicidad artística, entendiendo esto de publicidad como promocionar algo al espectador, aunque sea con loables intenciones. Y situando Camino a la escuela en este marco, puedo decir que me parece bueno y adecuado en su contexto, pero que, como cine en general, es de esas películas que al poco se te olvidan y recuerdas poco más que la sinopsis. Y, para eso, no haría falta verla, la verdad.
Los pros y contras para el documental de Pascal Plisson se resumen en eso, y ahí ya que cada uno escoja lo que prefiera.

Camino a la escuela nos relata la historia de cuatro niños de entre 11 y 13 años y su odisea para llegar a la escuela. Uno de ellos es Jackson, un niño de 11 años de Kenia, que cada mañana viaja 15 km por sendas en las que transitan elefantes o otros animales que ponen en riesgo su salud. Además, en el viaje le acompaña su hermana Salomé, de 6 años, de la que debe cuidar.
Otro de los protagonistas de este relato es Carlos, que también tiene 11 años, y lleva desde los 6 yendo a caballo más de 18 km cruzando montañas y grandes llanuras de los Andes en la Patagonia. Este año también le acompaña su hermana menor en su hora y media de recorrido. La que más complicado lo tiene, quizás, es Zahira, quien vive a unos 22 km desde su pueblo en el Atlas de Marruecos hasta la escuela-internado a la que acude cada domingo junto a sus dos amigas Zineb y Noura y reside allí hasta el viernes. Cuatro horas de trayecto que incluyen, una vez llegada a la carretera, de la voluntad de algún benévolo conductor que las acerque, tarea nada fácil por el machismo de la región.
Menos recorrido debe hacer Samuel, 4 km, pero con una particularidad, va en una silla de ruedas (rudimentaria además) ayudado por sus dos hermanos menores que le ayudan a cruzar el golfo de Bengala (India) hasta su escuela.
Cuatro hazañas que merecen su reconocimiento, sin duda, y que demuestran que la educación, pese a lo indispensable que es y la voluntad de los niños demuestran para conseguirla, aún a día de hoy hay regiones en las que es una misión casi imposible, todo un reto para los menores.
Por ello, aunque artísticamente, aunque más estilizada que películas como Buda explotó por vergüenza u Osama, también se la nota más acomodada en una visión idealizada, e intentaré explicar esto. En la película, no se respira naturalidad, se entrevé que las situaciones o escenas han sido planificadas de antemano, como un anuncio, vaya, y todo acaba con el típico reclamo a la conciencia de “Jackson quiere ser piloto, Carlitos quiere ser veterinario, etc” que resta, aunque no lo parezca, calado al asunto. Las intenciones son buenas y el proyecto también, pero me hubiera gustado ver algo más de riesgo artístico para una ganadora del César al mejor documental, la verdad. 

El documental forma parte de un proyecto mayor, con fondos de la ONU, UNICEF y la UNESCO que la estrenarán en unas cine salas españolas, que garantiza la escolaridad de los niños que salen en la película, así como promover a las escuelas el visionado de Camino a la escuela(y ahí quizás entra lo mejor del film, que está dirigido a los niños de edad cercana a los protagonistas, para concienciarles del valor de la educación) a través de su página web http://caminoalaescuela.comy Abodar, la distribuidora, donará un euro por cada dvd y blu-ray vendidos del documental.
Por ello, hablamos de cine con la etiqueta de “necesario”, donde sus valores radican fuera de los cánones artísticos. Por ello, en esta ocasión, no tengan muy en cuenta mi valoración numérica, que tan sólo se ciñe a Camino a la escuela como película, a secas.
6,75/10