Es poco habitual que decida hablar de ello tan abiertamente, pero hoy me interesaba especialmente compartir lo que siento y pienso últimamente a raíz de mis vivencias y progresos en ciertas cuestiones. Algo que no demasiada gente se para a hacer es el poner en práctica sobre uno mismo aquello que quiere transmitir a los demás…
Tigre (Photo credit: Chausinha)
Y digamos que el hacer ese pequeño esfuerzo, el de reasentar y reformular mis principios al mismo tiempo que estaba reaprendiendo y rescatando otras partes de mi ser… Está teniendo unos efectos transformadores que hace tiempo que no sentía.
O por lo menos no del mismo modo.
Hace tiempo que me había relajado bastante y no tomaba acciones demasiado drásticas. Digamos que prefería que mis avances fueran más constantes que bruscos, porque esto me permite asegurar y mantener la mayoría de ellos, si no todos. Pero con la llegada del verano, y del tiempo para mí mismo y para lo que me interese sin tener tantas obligaciones… Me ha dado por ocupar mi tiempo con esto.
Con este blog, con lo de ayudar a otros y especialmente a mí mismo…
Con las lecciones que transmito, y la forma en que me gustaría transmitirlas.
Me ha dado por rescatar y reformular las lecciones del Juego Fluido, que además he trasladado a otro sitio donde pronto espero poder poner a disposición de quien quiera una opción para convertir ese blog con aspecto de ebook en un archivo para su e-reader (aunque es una opción de pago y me supone unos gastos extra que asumir).
También estoy escribiendo un segundo libro (El Tigre, las Esposas y la Salida de la Ratonera) que de momento quiero publicar a través del mismo servicio que presta la página donde he trasladado la historia del Juego Fluido. Iré publicando capítulos periódicamente por allí, aunque ya se pueden leer un par de cositas (fichas de personajes y un par de textos que forman parte del cuerpo principal de la obra).
Y curiosamente, el ponerme a redescubrirme de esa manera… El hacer ese ejercicio de introspección, está trayendo a la luz unos resultados interesantísimos. Cada vez estoy más orientado en la dirección de la honestidad, de lo auténtico. De la identidad y el propósito, de la aceptación de uno mismo y de los demás… De la verdadera curiosidad por la esencia de aquellos con quien tratas.
Y vaya si se nota… Y vaya si beneficia.
Que esto sea importante o no depende de lo que cada uno de vosotros y vosotras sienta como urgencia dentro de sí mismo cuando acude a leer esta bitácora. Algunos vienen intentando traer eso mismo que me ocurre estos días a la luz en sus propias vidas. Otros vienen intentando ganar en labia y desparpajo para quitarse la timidez y las reservas al tratar con los demás. Otros vienen buscando certezas…
Los buscadores de certezas son en cierto modo mis favoritos.
Peregrine1 (Photo credit: Wikipedia)
No todos, por supuesto… Pero sí aquellos que discurren por un sendero tan parejo al mío que se podría decir que vamos juntos, y lo único que quieren es compartir impresiones y contrastar, para sentir y saber si van por buen camino o no. Los que no me gustan son los que buscan “certezas inciertas”. Ya sabéis, masturbadores mentales.
Aparte de esto, estos días ando inmerso en un programa de mi amigo y compañero Steve Mayeda (que ha tenido la amabilidad de querer contar conmigo). Este programa, más que contrariar lo que ya hago y lo que ya soy… Viene a servirme de contraste.
Me permite experimentar y compartir experiencias e ideas con los otros participantes, como ya hemos hecho al menos tres veces en sendas conferencias y como venimos haciendo también a través de un foro privado.
Los chicos inmersos en el programa -y por extensión yo mismo- están recibiendo lecciones sobre su forma de relacionarse con otras personas, y se les insta a ser relajados, abiertos, auténticos y curiosos.
Se les insta a seguir ciertas estructuras y explicaciones que Steve tiene preparadas: yo por ahora he contemplado 6 points of escalation, Rapport Cycling, Sexual Cycling, Qualification, y las lecciones sobre lenguaje no verbal ..
Que la verdad, son conceptos que pueden sonarle a más de uno (especialmente esto de cualificación, escalada y lenguaje no verbal) a la parafernalia seduccionera que tanto aborrezco y rechazo. Pero no se da el caso. Desde dentro lo digo: es diferente.
Va muchísimo más allá. Tiene una esencia y una trascendencia.
Para algunos que diga eso no significa nada, así que lo traduzco a lo que la mayoría podrá entender. Lo que persigue Steve son transformaciones de la propia forma de vida, la propia personalidad y de la actitud que se da hacia otras personas, a través de pequeñas “asociaciones” con lo que uno lleva dentro.
De poner en orden tus asuntos internos, y estar cómodo con quien eres.
De vivir la vida y hacerlo con pasión, y expresión de esa esencia nuestra.
Los 6 puntos de escalada por ejemplo, y las otras dinámicas que promueve… Te incitan a conocer y expresar de la manera más auténtica y eficaz que puedas tus sentimientos y emociones, tu deseo y tu curiosidad natural… Y dejar que la otra persona decida cómo se siente con ello. Que decida si quiere o no acompañarte y formar parte de ello.
Más o menos lo que yo mismo vengo contando a mi manera.
¿Se ve ahora por qué conectamos tanto él y yo?
En estas experiencias he podido comprobar que Steve sigue teniendo un pie dentro de la industria del ligue, pero que aparte de eso está lo bastante fuera de la misma y de sus diarreas mentales como para que sea más interesante y mejor opción que cualquiera de los que se institucionalizan como gurús. Es una persona que verdaderamente vale para enseñar, y eso es algo que no puede decirse de muchos.
Todo esto que estoy viviendo últimamente, lo que consigue en sumatoria es mantenerme en movimiento. Momentum calculado, que diría 50 Cent. Fluidez, ni más ni menos.
Serra de Petropolis (Photo credit: Wikipedia)
Impide estancamientos, me ayuda a dejar atrás lo impuro, a filtrar y decantar los resíduos. Y me ayuda también a seguir ayudando de la mejor manera posible. Todavía tengo que hacer algo con esa impresión que dejo a los demás de “estar en otro mundo”, que a veces hace pensar que no presto la debida atención…
Aunque es un rasgo que me gusta.
Otra cosa que he probado es la moderación… Y me parece útil, bonita y necesaria.
Pero para ciertas cosas o situaciones, no siento grandes deseos de moderarme. O mejor dicho, estando con ciertas personas no tengo ninguna intención de moderarme… Sino de sentir y hacer sentir, en toda la capacidad y octanaje del que dispongamos. A palo seco.
Bueno… Creo que con esto es suficiente por hoy.
Ya he hecho un poquito de introspección en público, y de paso comunicado a aquellos interesados una especie de porvenir de lo que aquí se va a contar en adelante…
Todo en base a las experiencias y a la vida misma.
Ya sabéis que no soy de los que fomentan el onanismo mental.
Abrazos,
Kheldar