Una vez más, termina una de las semanas para el entrenamiento de la maratón de Sevilla 2015. Pese a no haber realizado cuatro entrenos, sí que he podido cumplir con la tirada larga y, de paso, hacer un par de series para no relajarme demasiado.
El lunes tenía que realizar 4,8 kilómetros. Acostumbrado a correr un poco más, hice 6,8 Kms a los que le añadí un poco de técnica de carrera y un par de ejercicios de miembro superior. Fue una carrera especialmente rápida, a una media de 4:43min/km y con buenas sensaciones.
El miércoles sí que cumplí. Realicé los 8 kms que dictaba el plan de entrenamiento. Al finalizar, le añadí unas series de 4 x 250m con un ligero desnivel positivo. Unos buenos estiramientos, y a descansar.
El viernes, decidí que no tenía demasiadas ganas de salir a correr, por lo que me reservé un poco. El sábado, salí "de prisa y corriendo" a hacer la tirada larga. Fueron unos 12-13 kms, cuando el plan sólo dictaba realizar 11,2...pero bueno.
Esta semana ha servido para relajar el número de kilómetros. El entrenamiento se me está haciendo un poco cuesta arriba, pese a sólo llevar tres semanas.
Hay una serie de molestias que vengo sufriendo desde hace tiempo en tobillos, espalda y sobre todo en el estado de ánimo. Lo físico es lo que más cuesta sacar adelante, ya que no tengo bien localizada la causa de las molestias: estar pasado de peso, necesidad de usar plantillas, mala técnica de carrera, necesidad de reforzar el tren superior...no lo tengo claro.
Lo importante es no derrumbarse, seguir adelante y tratar de buscar "lo que falla" antes de que vaya a más. El lunes, comenzaré a cuidar un poco más la nutrición y a realizar ejercicios de refuerzo osteoarticular en las zonas más tocadas.
Además, a partir de Diciembre empezaré a escribir sobre un tema que manejo más que el running: la natación. Intentaré apuntarme a la piscina, ir un par de días en semana, de tal forma que equilibre las dismetrías que me provoca correr. Además, volveré a disfrutar del deporte que mejor se me da.
Mi consejo para esta semana es simple: no rendirse ni venirse abajo. A lo largo del entrenamiento, pueden surgir ciertas dificultades que te costará superar. En el caso de que te sobrevenga alguna de ellas, lo mejor es pararse a pensar cómo mejorarlo y buscarle soluciones lo antes posible.
Es, lo que algunos llaman como "control de daños". Siempre hay solución a todos los problemas, aunque sea más fácil o más difícil arreglarlos. Seguid siempre adelante. Luchad. Porque se puede salir adelante e incluso aprender una lección para que el problema no vuelva a asediarnos.
Un saludo, y mucho ánimo. Mañana comenzamos con la semana cuatro del entrenamiento. A por todas, maratonistas.