Revista Cine
No soy fan de Los Vengadores pero por su clasicismo y por ser una de las bases del Universo Marvel he leído muchos cómics suyos. Conocer sus aventuras es necesario para orientarse en ese mundo de ficción. Así, desde los últimos momentos de Harras (mediados de los 90) hasta que Bendis me "echó" por muchos años, el calvo no se iba ni con agua caliente, coleccioné Los Vengadores y he leído todo lo anterior a Stern, que no he leído entero porque me aburre. Así, aunque Hickman no me convenció nada en los 4F, decidí volver a la cole absolutamente autoengañado con que iba a volver lo clásico, que, entre otras cosas, es sencillez y variedad. O sea, nada de historias más largas que un día sin pan. Me equivoqué y aún no sé muy bien cómo me he hecho la etapa Hickman entera... No empezó bien pero la cosa mejoró justo cuando me estaba hartando, y cuando la cosa volvió a bajar parecía absurdo dejarla tan cerca del final, total, 2€ al mes no son nada... Quizás fue eso. El caso era llevarse otra grapa a la boca al mes y por eso pasé de Los Nuevos Vengadores. Me daba igual que compartiese argumento con Los Vengadores. No se trataba de seguir a Hickman, sino de pillar algo que pudiera llegar a interesarme, y ni el concepto ni los protas de NV iban a hacerlo. Si bien al final Hickman ha conseguido que asuma a los illuminati marvelitas, no podía con este invento de Bendis porque es antisuperheroico y su alineación arbitraria, al haberme hecho evidente que ninguno dellos es un superhéroe (sin duda la percepción de Bendis): Iron Man es un empresario, Extraño es un hechicero, Rayo Negro y Namor son reyes/políticos, Xavier (y su heredero Bestia) son activistas y Reed Richards es un científico (no se puede decir que haya cambiado el mundo para mejor sino que se ha hecho rico con sus inventos). Normal quel Capi no encajase con ellos pero que sí lo hiciese Pantera Negra, es un rey. Así, en las portadas de NV de Hickman aquel, mientras es un illuminati, no aparece. Como siempre en el mainstream las portadas revelan lo que pasa en el interior... En fin, ahora que estamos con esto de la Secret Wars, entretenida pero muy inferior al Multiverso, estoy repasando V, si bien, al menos de momento, para seguir el evento no es necesario conocer los acontecimientos que ocurren en ella, del mismo modo que tampoco pasa nada si no se siguió los NV. Yo no lo he hecho y no me he perdido en la historia. Las de Hickman tienen mucho aire y paja.
Dónde está el Capi?
Aunque se dijo quel tema estaba atado y bien atado desde el principio es obvio que no era así. No obstante el tono apocalíptico y extraordinario ya estaba decidido: muchas, muchas veces nos hemos enfrentado al Fin del Mundo y en todas y en cada una de ellas [Pantera Negra] te negaste a acudir a nuestra llamada... a unirte a nosotros leemos en el nº 2 EE.UU. de NV (9, 2). O sea, esta crisis es diferente a todas las que habido. Como mucho concedo que Marvel consideraba la posibilidad de refrescar todo el Universo Marvel. La serie fue el estandarte de un nuevo lavado de cara de la empresa para subir ventas así que no tiene sentido que estuviesen planeando hacer otro poco más de 2 años después. Además, la historia, como han reconocido autores y editores, parte de una propuesta de Hickman que la editorial desfiguró para que cumpliese sus intereses. Así, el guionista lo único que ha hecho es escribir lo que decidió la editorial a partir de sus ideas. Paréceme quel trato fue el siguiente: en NV cierta libertad, para empezar la alineación del grupo ya estaba hecha, a cambio de que en V contase lo que quisiese la editorial e hiciese que los Vengadores que salen en las pelis protagonizasen los 1º nº. Así, la historia bien atada en corto por intereses empresariales empezó a andar. Seguramente se tenía en mente homenajear las Secret Wars originales pero nada indica que en el 2012 se hubiese planeado hacerlo como se está haciendo. En los 1º nº se nos habla de una caída y de un período de muerte (dead no doom). O sea, algo vago. Por otro lado el nº 1 de V hace un pequeño avance de 6 viñetas de acontecimientos por venir que al final ocurrieron en sus 1º 7 nº y en Infinito. El 6º no ha pasado, al menos exactamente como se "predijo". Parece que la cosa no se tenía muy pensada. Es lógico; un negocio que funciona por modas no puede ser rígido ni planificarse a la soviética. De hecho, todo apunta a que se planea de evento a evento, lo que quiere decir quel camino a SeW se escribió en 3 fases: a Infinito, a Pecado Original y a SeW, el 2º evento no lo escribió Hickman.
La mentada 6ª viñeta. Como se puede ver, lo que hay son diferentes versiones de la armadura de Iron Man. No estamos ante algo que implique a los Vengadores, mucho menos ante algo que implique a todo el Multiverso Marvel. Además, el escenario es abstracto. No está precisamente localizado como los otros 5 eventos. No obstante, esto puede encajar con el final de Superior Iron Man o incluso con el de V. Dónde está la armadura blanca? Pero es imposible que se tuviese pensado ya lo de Superior y lo de V no pasa por tantas armaduras. Lo único que prueba esta viñeta es que se tenía ya claro que Iron Man la iba a cagar otra vez.
Aunque decidí pasar de NV, al final acabé pillando sus 6 1º grapas (el que Panini las publicase a pares no me dejó otra opción) puesto que la clave de todo relato está en el principio. Así, aunque seguir el tema sólo por los V es suficiente, e incluso mejor porque es una forma más directa y dinámica, para tener las cosas claras desde el principio es mejor empezar por el principio. Aquí nos enteramos de quel Multiverso Marvel está muriendo seguramente por culpa de alguien. Las grandes sociedades se desmoronan a nuestro alrededor y los ancianos que las gobiernan se han quedado sin ideas (NV nº 1 EE.UU: 4, 3). Está claro de donde ha sacado Hickman inspiración para su historia. No es tan alegórico como parece pues los ancianos son los personajes marvelitas clásicos y, como sabemos, al final fueron incapaces de salvar el mundo como hacían antaño. Ante el Fin los illuminati deciden crear un grupo gordo de Vengadores para poder concentrarse en la tarea que han decidido mantener en secreto para no alarmar y, sobre todo, porque requiere lidiar con las Tierras del Multiverso Marvel. Esto provoca una ruptura entre Iron Man y el Capi, heredera de Civil War, que se resuelve temporalmente robando ideas de la maldita Crisis de Identidad.
Tras esto pasamos ya a V, que empezó un mes que NV antes cuando lo lógico hubiera sido que empezara un mes después (la necesidad empresarial se impone a la narrativa), que no tiene mucho que ver con la trama principal porquel principio está hipotecada por Infinito, el nuevo, por aquel entonces, evento cósmico de Marvel (se nota en que sigue la plantilla de los hechos por DnA), que además se aprovechó para empezar con el plan de Marvel de convertir a los inhumanos en los nuevos mutantes. Así pues, antes de comenzar, lo comercial ya mandaba. Hickman se vio obligado a encajar la necesidad empresarial de un evento con la historia que se supone que nos quería contar, pero que en realidad es lo que la editorial quiere contar. En V vemos más claro quel conflicto de la historia es el mentado enfrentamiento entre IM y el Capi. Rojo y azul (Marte y Tierra). Un código de colores antitético muy caro a Hickman cuya máxima expresión está en su interesantísima Los Proyectos Manhattan. Estos colores no parece que en Hickman tengan valores morales (el guionista presenta a IM como un hombre recto), aunque el rojo sea muerte y el azul vida. Empezó con dos hombres. Uno era vida. El otro muerte (V nº 2 EE.UU. 21, 3-4). Son extremos, pero no opuestos de una línea sino de un círculo: de la Nada se pasa al Todo (de ahí quel creador se llame Ex nihilo y su símbolo sea el omega), y de este a la Nada (de ahí quel destructor se llame Aleph). También por eso, para poder proteger un mundo con efectividad se necesita tener el poder necesario para destruirlo. En el 2º tramo, del Todo a la Nada, se inscribe la historia de Hickman, que nos dice que en realidad nada termina. En esta 1ª parte de la historia este conflicto es sólo latente ya que hay que esperar a Infinito. Hickman no se puede meter en harina hasta quel evento pase. Así, en esta parte el guionista expande la historia horizontalmente inventándose cosas chulas, algunas redundantes en el Universo Marvel, cómo encajan los constructores con los celestiales y los vigilantes?, muy de Ciencia Ficción, muchas acaba olvidando a pesar de decir que todo está relacionado (prueba de questo no estaba precocinado), que introduce en historias cortas poco superheroicas donde también presenta personajes, para que no se quemase por ser un negro Marvel dejó que metiera en el supergrupo a quien quisiese, incluso a gente inventada por él, que al final no resultaron tan claves como para tener algo de protagonismo.
Respecto al conflicto entre IM y el Capi, lo que hace Hickman en este tramo de su etapa es explicarlo. Es entre actitudes vitales, no es personal sino intelectual. El conflicto no es entre IM y el Capi, sino entre el práctico y el desinteresado. Entre el que cree que hay imposibles y el que cree que no los hay. Entre razón (Hickman llama a Reed Richards pensador no científico o inventor), que es incertidumbre, y fe, que es certeza. Ven el mundo como quieren que sea, no tal y como es dice el pragmático Pantera Negra (Infinito nº 6 EE.UU. 45, 3). Entre políticos (Pantera Negra, Namor y Rayo Negro son ante todo reyes) y héroes, magníficamente caracterizados por un supervillano: árbitros de la Justicia, la imparcialidad y el honor, de lo correcto e incorrecto, del Bien y del Mal (V nº 23 EE.UU. 20, 1). Entre egoísmo y sacrificio. Así tenemos caracterizado al ricachón como un realista y al soldado como un idealista, si no dudamos no podemos fracasar. Tenéis que creer en la causa y en los demás. Esto saldrá bien. Lo sé (NV nº 2 EE.UU. 21 y 22). Los cementerios están llenos (mejor que sembrados que es promesa de resurrección y Hickman usa litter) de muertos que perecieron creyendo que no morirían dice Namor (Infinito nº 6 EE.UU. 45, 5). Lo que manifiesta claramente el actual debate interno de los Superhéroes entre si hay que olvidarse del heroísmo o no, entre la realpolitik y la revolución, entre flexibilidad interesada y tenacidad, ser pragmático o tener valores. En suma hacer concesiones o no. Símbolo deste enésimo desencuentro es la fractura que Rayo Negro, un rey, hace en la mesa de los illuminati, pues más que manifestar su ruptura, manifiesta la del idealismo: la Tabla Redonda se ha roto, el heroísmo está roto. El conflicto estalla, como todos, con el enfrentamiento con la realidad. Ambos Vengadores se niegan a aceptarla: asumir quel final es inevitable y vivir conforme a ello, pero mientras que IM y los illuminati no respetan ninguna regla para ver si se puede cambiar, el Capi cree que se puede cambiar siguiendo reglas. Los 1º están desesperados y por ello creen quel fin justifica los medios, y el 2º no se desespera porque al ser idealista tiene ilusión por lo que no ve necesario romper las reglas, todo idealista es un moralista. Así, la discrepancia es en el modo no en las ideas, ambos no quieren aceptar la realidad. La historia comienza porque tanto unos como el otro se niegan a aceptar la muerte, actitud muy moderna y occidental. Reed Richards, como cuando Hickman guionizaba los 4F, no acepta que haya algo irresoluble que no tenga que ver con las constantes universales: considero inaceptable la aceleración antinatural del Fin (NV nº 2 EE.UU. 8, 1). Esta negación la aceptan o están de acuerdo con ella los demás, pero los caminos se separan porque los realistas creen, más bien son convencidos, de que la única opción es hacer lo que sea: situación desesperada, medida desesperada (así los científicos se ponen hacer armas capaces de destruir planetas y los que no, a coquetear con el Mal, en todo caso nada propio de un superhéore), y el idealista cree que siempre hay una buena forma de hacer las cosas. Así, en esta historia Hickman trata el dilema occidental actual de ser pragmáticos o ser buenos según nuestra ética. Por ejemplo: dejar fuera a los refugiados o no. Matar a un terrorista compensa matar a inocentes o no. Este es un debate viejísimo. Ya lo puso en evidencia Protágoras en Atenas en el -V. Él habló del conflicto entre el alma ética y la realista. Surge cuando el beneficio personal lesiona gravemente los preceptos morales, cuando una situación demuestra la ineficiencia de la moral. Lo importante desto es que al plantearlo en una situación de vida o muerte, de supervivencia, así Hickman hace más tragable el pragmatismo egoísta de los illuminati, que no son superhéroes, el guionista fuerza el marco de los Superhéroes como lo hizo Watchmen pues al meter realismo deja fuera de juego a muchas reglas del género. Por tanto el camino a SeW surge por la ignorancia de Marvel sobre cual es la proporción entre idealismo y realismo que tienen que tener los cómics de Superhéroes mainstream hoy para volver a ser exitosos.
Esto nos lleva al otro tema de la historia: la religión. El Capitán Universo es la encarnación del Universo y considerada diosa por los constructores, la especie más antigua del Universo. También aparece Thor, oscurecido por Marvel por su condición de ser puramente fantástico y porque la mentalidad maniquea no concibe tríos. Quienes hablan con los dioses son Shang Chi y Eden, 2 no occidentales muy apegados a las tradiciones, y el Hiperión de Hickman, al que su autor trata como una deidad solar a lo Superman de Morrison. Gracias a su mística Thor y el Hiperión de Hickman pueden sentir el futuro. Además, Pantera Negra, un negro africano, es una especie de sacerdote y Máscara Nocturna, otro negro, el humano perfecto (por eso no tiene pelo?), es el que mejor comprende a la Diosa. Por otro lado los constructores acabaron por rechazar a su diosa. Lo que tiene su eco en la incapacidad de los superhéroes blancos en tratar con la Diosa. Esto remite a la actual incapacidad occidental para la mística. Hasta el Capi, a pesar de su idealismo y tradicionalismo, le dice a Eden que lo providencial no existe, todo es deber y trabajo (no se puede ser más burgués). Acto seguido Thor le corrige. La razón desta incapacidad para la transcendencia parece ser la misma: estar dispuestos a matar. Cuando los constructores rechazaron a la diosa destruyeron el sistema jardinero para quedarse sólo con los destructores. También puede ser la inentiligibilidad de los dioses. La Diosa, obsérvese que se renuncia a todo patriarcalismo, otra muestra de quel hombre occidental ha perdido la fe, no hace nada en la historia salvo dar el coñazo. No evita ningún combate ni ninguna masacre salvo para defender la Tierra (en un deus ex machina que enfanga la trama constructora de Infinito). Esto resulta incomprensible, sobre todo para el extraterrestre, no es él también otro vástago de la Diosa? Por qué ese favoritismo? Nosotros sabemos el porqué, es el típico etnocentrismo yanki que surge de su egoísmo y provincianismo. Aunque el Multiverso está muriendo sólo importa la Tierra Marvel. En todo caso, lo que parece que hay aquí es que la religión es sumisión y ni los constructores ni los occidentales están dispuestos a reconocer límites externos, aunque sean cósmicos. Son seres egoístas por lo que no asumen el Fin y niegan al otro el derecho a vivir: para salvarse los illuminati están dispuestos a destruir otras Tierras aún cuando el tema es el planeta no la humanidad. Yo 1º; y, si queda sitio, los demás. Así, lo que hermana a los superhéroes terrestres con los constructores es la predisposición que ambos tienen a vivir a costa de los demás: los constructores quieren destruir la Tierra y los illuminati están dispuestos a destruir otras Tierras (Occidente quiere seguir viviendo a su manera sin importarle que sea a costa del resto del planeta). Por ello es natural que al final el enfrentamiento sea entre ellos. No lo entendéis. Eso significa que todo muere (Infinito nº 4 EE.UU. 23, 3) son las últimas palabras del constructor que se deja matar estúpidamente por Thor. Un día más para la humanidad es a costa de una vida, y para nada ya que eso no evita la condenación del Multiverso.
En cuanto a lo narrativo en V se nos dice que el Universo está roto, cosa explicada ya y con algo más de detalle en NV, y que la Tierra es clave: La Tierra es importante... El eje entorno al cual gira el Multiverso. Aquí se decidirá la vida y la muerte de todo. Así que es aquí donde debía manifestarme (V nº 6 EE.UU. 15, 2-3). Esa es la razón de quel Universo se encarne en una mujer anónima, negra, madre y amnésica que ha estado en coma hasta ayer y forme parte, de una forma no aclarada, de Los Vengatas. En cuanto a lo temático se presenta al supergrupo como una idea: el heroísmo, lo que remite al conflicto mentado. El supergrupo es una idea inspiradora porque hace tener ilusión: los héroes hacen creer a los demás que pueden hacer grandes cosas. Los héroes crean héroes. . Y el origen de todo ello es el Capi, el 1º superhéroe Marvel. Así Hickman lo hace análogo a Superman, el inspirador de los demás en el Universo DC (en verdad, como todos sabemos, de todos). Desta manera los illuminati instrumentalizan al Capi, le usan: existen para dar esperanzas para que nosotros podamos construir lo impensable (Infinito nº 6 EE.UU. 45, 4). Así le tienen distraído y pueden usarlo como soma, al sentirse la gente segura pueden tenerla calmada e ignorante.
Gente, los clichés se gastan con el uso.
Por fin, llegamos a Infinito. Hickman nos cuenta una historia entretenida pero mediocre, muy convencional, todo esta plagado de viñetas con planos bajos y frontales de puños alzados, de viñetas que citan a la famosa foto de la bandera de Iwo Jima y de viñetas con gente de perfil mirando arriba, incoherente y muy, muy chorra (la especie extraterrestre más antigua del principal Universo Marvel capaz de controlar todo él sólo puede viajar por el Espacio linealmente, en línea recta y sin saltos, las prisiones de sus naves estelares son mazmorras medievales, el cliché de la celda hay que empezar a revisarlo ya, a Thor le piden que rinda su martillo y este coge y lo lanza al Espacio sin que se extrañen ni sean capaces de percibir que regresa, un supervillano es derrotado por Pantera Negra pero casi no pueden con él Ronan, el Superskrull, Annihilus y Gladiador, como se suele decir: casi na...). Nada della es importante para el camino a SeW, al principio creí quel hijo de Thanos tendría que ver pero al final ha resultado que era una parida, nadie lo ha utilizado (ni ha aparecido 20 veces desde entonces y Panini ni siquiera ha sacado su mini), inventada por alguien que no quiere dar la cara (Bendis? Un tío de la rama audiovisual de Marvel?), y cosas que introduce para explotar fueron rápidamente abandonadas (eso de los Vengadores galácticos que continuaba el tema de la idea inspiradora y el nuevo status quo descrito en el epílogo de Infinito) por Marvel porquel resultado crematístico del lavado de cara había sido decepcionante. Hay que pasar a otra cosa. Este es el momento donde se debió de decidir que se iba al mayor evento Marvel de la Historia. Había que hacer mucho más ruido. Así, se lee en el epílogo de Infinito: el fin de Todo...
En estos nº Hickman tiene varias parejas, pero dado que todos hacen un trabajo mediocre y convencional, muchos dellos porque tenían que trabajar rápido (aunque mucha diferencia con cuando tienen tiempo no hay) porque Marvel no les dio mucho tiempo (prueba dequesto no estaba precocinado), paso del tema. No voy a romperme la cabeza para decir algo sobre algo sobre lo que no se puede decir nada.
Así pues la 1ª parte de la etapa de Hickman no tiene gran interés por culpa de la editorial. No se puede publicar una historia larga mensualmente en breves entregas, escrita confusamente con mucha paja y agujeros y con personajes desdibujados o clichés salvo IM, Capi, Thor (si bien con una personalidad nada canónica) y Eden. Así que sólo se salva o tiene justificación porque pertenece a un todo mayor que en realidad no es mucho mejor. Sólo me parecen buenos los nº 10-12 EE.UU. (32 Panini), especialmente el último por explicar a Superman. Aunque no son superheroicos son 3 historias cortas inconexas y autónomas. La razón de tamaña mediocridad es que Hickman es incapaz de dar la suficiente gravedad, tensión y épica a la historia. Aunque hay que reconocer que los dibujantes con su convencionalismo (en parte obligado por la empresa) se hubieran meado en ellas. Con todo hay que reconocerle originalidad, audacia e imaginación.