Aprovechando unos días de descanso volví a retomar el Camino de Santiago por la Costa y en diferentes entradas iré poniendo algunas fotos y comentarios de los lugares por los que pasé, para que lo vayáis viendo etapa por etapa.
Como es una zona que conozco un poco en muchos lugares abandoné a propósito las flechas amarillas para acercarme a fotografiar lugares maravillosos de esta zona del occidente asturiano. Merece la pena andar algún kilómetro más y te llevas un recuerdo maravilloso de este Camino de Santiago.
Aunque iba solo todos los días coincidía en los caminos y albergues con grupos de chicos extranjeros, principalmente alemanes, algún español en bicicleta, y un ambiente fenomenal en todas partes.
Pero vayamos con la primera de las etapas. De Muros de Nalón hasta Soto de Luiña.
El Camino de Santiago parte del centro de Muros de Nalón, pasa por delante del Palacio de Valdecarzana y Vallehermoso y ya sales a caminar campo adelante.
Enseguida se llega a la localidad de El Pito, famosa por el Palacio Selgas, y continuamos carretera adelante para continuar hacia Piñera.
Las flechas amarillas nos conducen hacia la iglesia de Santa María de Piñera y después, rodeando el cementerio, nos conducen hacia San Juan de Piñera. Pero yo, al llegar a la altura del Restaurante Lupa decidí bajar a Cudillero. Es una bajada fuerte, un desnivel de más de 80 metros, que luego habrá que volver a subir.
Lloviznaba, eran las 14.00, y hacía bastante calor pero no me pude resistir la tentación de bajar hasta el muelle del puerto de Cudillero. Un par de sidras y un estupendo revuelto de almejas y gambas en el restaurante Los Arcos y quedas como nuevo, preparado para continuar la etapa.
Restaurante Los Arcos, Cudillero.
Tras la pitanza vuelta a subir hasta San Juan de Piñera para retomar las flechas amarillas. En este punto, sobre las 16.00 se puso a llover de manera inclemente y se terminó el hacer fotos, ni playa de la Concha de Artedo ni nada, a toda pastilla para llegar cuanto antes a Soto de Luiña. Niebla cerrada, la cámara de fotos se quedó, inexplicablemente, sin batería y total, no se veía un pimiento.
Cuando llegué a Soto de Luiña el albergue ya estaba lleno de muchachos, me ofrecieron un lugar donde dormir tirado en el suelo de la cocina pero yo desistí del ofrecimiento, a mi edad ya no tengo el culo para esas fiestas. El sello en la credencial te lo ponen en el bar ECU, una gente muy maja y comprensiva con los peregrinos. Me dirigí al estupendo Hotel Restaurante Valle de Las Luiñas donde en minutos disfrutaba de una estupenda habitación; muy confortable por cierto.
http://www.hotelvalle.org/
El resto de la tarde, como no paraba de llover, pues apenas dio para tomar algún vino antes de cenar y esperar que anocheciera para irse a dormir. Aproveché para escribir algo pues quiero sacar otro libro de cuentos antes de fin de año.
Mañana más Camino y la siguiente etapa por La Costa Asturiana.
Daniel Paniagua Díez