Por la noche cogimos un taxi hacia Mojácar para salir de fiesta en la discoteca Moma, al llegar veía a Leo como celebraba nuestra llegada. En la cola, como el mundo es muy pequeño me encontré con unos sevillanos a los que le colé que yo era de Heliópolis con mi acento sevillano postizo. Al salir de la discoteca, masas de personas migraban en sentido contrario al nuestro, lo que por un lado me tranquilizaba. Los taxis era imposible localizarlos y nos tocó ir andando un buen paseo que aproveché para inmortalizar este amanecer. Pastor no entendía que hiciera tantas fotos y a Jesús, que pesca con su padre le costaba celebrar lo bonito que es un amanecer cuando lo ve todos los días pero sé que le gustan también.
¿Cómo terminé el camino mientras esperábamos el bus?
¡¡Con churros y chocolate!!
Este post no tiene más historia que la que os he querido contar. Los hermanos Cohen suelen hacerlo en el cine, ganan dinero con ello y a veces me indignan incluso así que, ¿por qué no yo?
Espero que os hayan gustado estas fotos, para mí es un placer volver a verlas.
Un beso marcianitos.
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