Imagen de Takamatsu,
capital de la prefectura de Kawaga, Japón
La reunión ha llegado más de un año después de que el seminario Redemptoris Mater de Takamatsu, del Camino Neocatecumenal, fuese clausurado.
El obispo de Takamatsu, Francis Osamu Mizobe y el consejo pastoral diocesano quisieron clausurar el seminario debido a que les preocupaba que la actividad de los miembros del Camino estuviera dañando la unidad de la pequeña comunidad católica de Japón. El Vaticano llevó a cabo una investigación en 2007, y en 2008 el Cardenal Bertone publicó una carta en la que se anunciaba que el seminario sería clausurado, y que tanto muchos de los seminaristas como la facultad serían trasladados al seminario Redemptoris Mater de Roma. Según una publicación de abril de 2009, hecha en la página web de los obispos japoneses, el Camino Neocatecumenal estaba en desacuerdo con el cierre del seminario. Las preocupaciones de los obispos para con el Camino y su seminario eran tan fuertes que viajaron a Roma en dos ocasiones a comienzos de 2008, justo después de su visita ad limina, efectuada en diciembre de 2007. Se reunieron con dirigentes del Vaticano y con el Papa para tratar acerca de lo que el arzobispo Peter Takeo Okada, el entonces presidente de la Conferencia Episcopal, calificó de “serio problema”. “La poderosa actividad de los miembros del Camino, semejante a la de una secta, es divisora y crea confrontaciones. Ha causado lucha interna en la Iglesia, una aguda y dolorosa división”, afirmó Okada el 15 de diciembre de 2007, dirigiéndose al Papa durante la mencionada visita ad limina, realizada cada cinco años para dar cuenta del estado de las diócesis. El Arzobispo apeló al Papa pidiendo su ayuda, diciendo que su intervención “se necesitaba seriamente”.