Revista 100% Verde
Siempre te llena de alegría saber que sigue existiendo gente que lucha por unos ideales, que se entregan en cuerpo y alma por una causa o por alguien y que en su día a día existe la palabra esperanza.
Porque quizá, de todos los artículos que he escrito para este blog, en ninguno he mencionado a toda esa gente que sigue en pie, que dan la cara por los olvidados y que luchan por la justicia y por el medio ambiente.
Esto no sería lo mismo sin todas esas personas que, con el único objetivo que el voluntariado, dan de comer a miles de niños, curan y consuelan la desesperación de los más pobres y construyen con sus propias manos un camino firme y seguro por el que podamos avanzar.
Y me remito a una frase de Teresa de Calcuta que dice así:
"A veces sentimos que lo que hacemos es sólo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota."
Buscando por Internet y conociendo algunos blogs muy interesantes encontré una página que me gustó bastante y quizá puede poner algún remedio al último artículo que escribí sobre los residuos.
Esta página www.marcadiferencia.com
es una empresa que busca, mediante nuevos proyectos, soluciones a los graves problemas medioambientales que existen.
Además de eso, tienen un compromiso social colaborando con Intermon Oxfam, en proyectos de desarrollo, ayuda humanitaria y promoviendo el comercio justo.
Pocas empresas dedican su esfuerzo a promover la ayuda humanitaria y la concienciación sobre el medio ambiente, y eso es digno de admirar. Por eso, lo mínimo a lo que estamos obligados a hacer es a informarnos y tener en cuenta esas pequeñas gotas de agua que tan importante son.
También me gustaría hablaros del comercio justo. Es algo que conocí hace tiempo y que creo que verdaderamente merece la pena conocer. Pero antes de todo vamos a repasar como están las cosas ahora.
La economía y el comercio han sido siempre herramientas necesarias para el desarrollo y el crecimiento de la humanidad. Pero en las últimas décadas se han producido unos fuertes cambios en el sistema económico.
La realidad de este modelo económico es que crea situaciones de extrema riqueza y de absoluta pobreza. Pero ¿Por qué?
El comercio mundial es el que mueve todo. Se presenta como la solución que favorecerá el desarrollo de todos los países, olvidándose del progreso del mercado local, que es el que alimenta y hace crecer y mejorar su situación a las familias y a los pequeños productores.
Muchos países dependen del mercado mundial de materias primas. El origen de esta dependencia se produjo, entre otras razones, porque en la época colonial de los estados europeos obligaron a sus colonias a cultivar aquellos productos que no podían producirse por Europa. Esto provocó el monocultivo, las injustas condiciones laborales y el esclavismo.
En la actualidad, 80 de los 147 países menos desarrollados dependen en más de un 50% de las materias primas.
¿Por qué esta dependencia?
*Cuanto más hay, más barato es. Al ser su principal fuente de ingresos, la producción de materias primas se disparó hasta niveles altísimos y los precios cayeron.
*Se compran y venden cosechas enteras antes de haberse recolectado.
*Quien consume manda. Siguiendo las "recetas económicas" del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), los países menos desarrollados tienen que producir más, para exportar más e importar productos que en otros países sean más baratos.
Productos como el café, cacao, azúcar, té y fruta tropical son casi la única fuente de ingreso de los países menos desarrollados.
Y no solo eso, sino que están atados de pies y manos por los organismos internacionales. Tanto el BM como el FMI elaboran y controlan las políticas económicas de más de 75 países a través de estos paquetes de "recetas económicas" que imponen "ajustes estructurales".
Estos ajustes, llevados a cabo para asegurar el crecimiento económico, consisten en cortar los gastos del Estado para la salud y la educación, aumentan el coste de la alimentación y de otras necesidades básicas, disminuyen los salarios y reducen los derechos de los trabajadores.
Podrán asegurar el crecimiento económico pero no garantizan la eliminación de la pobreza o la desigualdad.
No podemos olvidar que son las multinacionales las empresas que se establecen en estos países.
En la actualidad juegan un papel muy importante en la economía mundial, especialmente en la de los países en vías de desarrollo. Las 500 multinacionales más fuertes controlan más o menos el 70% del comercio mundial.
Los países del Sur resultan muy atractivos para estas empresas porque:
*Tienen muchos recursos naturales.
*La mano de obra es barata.
*Son mercados nuevos para sus productos.
A simple vista puede parecer que la presencia de multinacionales en estos países es un motor de desarrollo. Pero no.
Los beneficios obtenidos por estas empresas son repartidos y distribuidos entre los inversores y no entre los trabajadores.
Y ahora entra una nueva alternativa: El comercio justo.
¿Qué pretende el comercio justo?
*Acabar con la situación de intercambio desigual y la sobre explotación de los recursos.
*Sensibilizar a la sociedad occidental fomentando valores sociales y ecológicos de consumo.
*Ofrecer a los países en desarrollo una vía para recobrar su pulso en la economía contribuyendo a su desarrollo sostenible.
La diferencia con el comercio tradicional está en que al productor se le paga un precio justo por su trabajo, que le permite vivir con dignidad y asegurar sus necesidades básicas. Y a ese precio, acordado por las organizaciones de Comercio Justo, se le suma un extra, un porcentaje del precio final del producto que las comunidades productoras destinarán a proyectos comunitarios de sanidad, educación...
Las tiendas de comercio justo las podemos encontrar en nuestras ciudades si nos informamos un poco, además los trabajadores de estas tiendas son voluntarios de asociaciones que trabajan en estos proyectos. Es cierto que los productos de estas tiendas suelen ser más caros, pero creo que merece la pena gastarse un poco más para que otros no tengan tan poco.
Y termino este artículo con una frase también que me gusta mucho, esta vez de Gandhi.
“Vive sencillamente para que otros sencillamente puedan vivir”.
Un saludo a mis lectores.
Pablo Escribano.