Revista Cultura y Ocio

Campamento

Por Inmacardona
Se acerca el verano y los campamentos para los niños son un hecho habitual en muchas familias. En la nuestra también, en esta ocasión le toca a Miguel.
La decisión de apuntarlo a un campamento no ha sido dificil, se trataba de una beca del MEC, con lo que suponía que sería dificil que se la concedieran. Lo que ha resultado tremendamente duro ha sido cuando nos han comunicado que se la concedían, y que se trataba de un campamento de 12 días en Almería. Vaya susto!!
Lo discutimos en familia, primero un rotundo NO, muchos días y mucha distancia. Después pensando y reflexionando entre todos, empezamos a verlo como una oportunidad más. Oportunidad de conocer a gente nueva, de adaptarse a rutinas diferentes, oportunidad de resolver situaciones sin nuestro apoyo, y sobre todo oportunidad de pasarlo muy bien. Entre las reflexiones familiares me encantó la de su hermano Roberto, ¿tiene que estar los 12 días si o sí, o si no está a gusto podemos recogerlo? Por supuesto podemos recogerlo. Entonces decidimos que deberíamos darle oportunidades, no quitárselas.
He de decir que Miguel ya hizo un viaje con el colegio, de 5 días, dónde lo pasó en grande y volvió llorando porque quería quedarse más días. En esa ocasión tenía claros referentes, todos sus compañeros de clase y su PT que lo conocía perfectamente. El entorno era el mejor para él, ya que se trataba de una escuela de vela y para Miguel los barcos son uno de sus temas preferidos.
En esta ocasión el campamento en cuestión es para niños de 11 a 13 años, de diferentes comunidades autónomas. No hay referentes claros para Miguel, pero confiamos en su adaptación y en que rápidamente conectará con su monitor. Un 30% de las plazas son para alumnos con NEE. No es fácil encontrar campamentos que hagan inclusión como principio y esto ya le deba cierto valor. Así que confirmamos la plaza y empezamos a trabajar con la anticipación.
Al principio Miguel decía al campamento NOOOO, pero en realidad no sabe exactamente qué es un campamento, sólo por lo desconocido ya decía que no. Poco a poco empezó a decir al campamento sí y después a dormir a casa con la mamá. Le explicamos que tenía que dormir en el campamento, le costó unos días entenderlo. Cuando ya iba asumiendo las cosas, decidimos dárselo en forma de imagen, para que fuera entendiendo la duración, así pusimos en la nevera como todos los meses el calendario:
CAMPAMENTO
Él a menudo va, lo mira y pasados unos días ya empieza a verbalizarlo, el 1 al campamento, el 2 a dormir en el campamento, el 3 a dormir en el campamento.... así hasta el final. Ahora Miguel ya tiene claro qué va a pasar el mes de Julio y dónde va a estar.
La segunda parte, era explicarle qué haría allí durante esos días. El director del campamento nos pasó la programación diaria para poder traducirla a pictogramas y así Miguel podría conocer aquí un poco las actividades y allí consultar qué toca cada día. Para la elaboración de la anticipación, una vez más doy las gracias a Jose Manuel Marcos, menudo "salvador", enseguida me ayudó con un picto que me traía de cabeza...
Os dejo como ha quedado la anticipación.
Ahora solo nos queda confiar en que disfrute y sea una experiencia de lo más enriquecedora para él.

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