Roberto Malaver .
¡Ninguno va a ganar, vota por ninguno! Esta campaña electoral que arrancó ayer, nos tiene locos de bola a bola y más allá. Porque esa vaina de no ver las tarjetas del partido de Espoleta Allup ni las tarjetas de Matemático Borges es una vaina para celebrarlo, porque pareciera que no vamos a las elecciones a alcaldes, como nos ordenaron desde la embajada de Estados Unidos, pero sin embargo todo el mundo sabe que somos más vivos que el carajo viejo, y estamos participando, porque nos encanta seguir engañando a la gente que cree en nosotros. Espoleta Allup, que no necesita chuletas para dar discursos, tuvo que leer el papelito que le enviaron de la embajada donde leía que “por esta vez, no parti….cipamos en estas eleccc…ciones”. Es evidente que la orden llegó por escrito. Sin embargo no vamos a permitir que el régimen se apodere de nuestros espacios. Ya tenemos un montón de carajos desconocidos por todas partes aprovechando el Orinoco –el río- revuelto para meterse por los lados. Carajo, cómo le encanta a esta gente tener poder, aunque sea como alcalde. Allí van con todo su camino a verse solos.
Lo malo es que no tienen un carajo que prometer, porque saben que se acabaron los reales, aquellos por los que preguntaba Luis Herrera Campins en su campaña electoral, y que ni siquiera tienen para la campaña, tanto así, que el régimen anunció que nos va a dar un espacio gratis por sus medios públicos para que nuestros bates quebraos den su mensaje, lo malo es que todos están asustados, porque no tienen mensaje que dar, y no saben qué carajo van a decir. Es decir, no se puede seguir con la misma pendejada desde que se llamó a votar por la democracia: agua, luz, calle, vivienda, salud, y no me echen más cartas. Esa vaina no es trabajo de los alcaldes. Además, en este país nadie sabe cuál es el trabajo de un alcalde, si no pregúntenle a Ismael – Talanquera.- García, que cuando llegó a alcalde de La Victoria, preguntó: “Y ¿qué se hace aquí?”- También está el ejemplo de Embajada Radonski, que ahora que perdió la gobernación parece que va a trabajar por mi primera vez, porque fue dos veces alcalde de Baruta y nada, dos veces gobernador de Miranda, y nada, es decir, es campeón en natación. Y tampoco es verdad que en este país haya gobierno de calle, sobre todo en Caracas, porque lo más maltratado que uno puede ver en la ciudad son precisamente las calles.
El papá de Margot llegó con un volante de un candidato a alcalde que le entregaron en la plaza, y le preguntó a Margot si conocía a ese carajo, y ella dijo que no: “Pues, prepárate algo por allí, porque parece que nos va a visitar esta tarde, porque anda en su campaña casa por casa. Así sabremos quién es”. Y se fue directo al cuarto diciendo: “Cómo hay sinvergüenzas en este mundo, carajo”. Y le metió su coñazo a la puerta tan duro, que la margariteña en vacaciones gritó: “Esfarátala, muérgano, que esa te la puso el gobierno”.
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