Hace apenas una semana, tras la derrota de Atlético de Madrid y FC Barcelona y la vitoria del Real Madrid, muchos en la Castellana se frotaban las manos ante lo que iba a ser, según ellos, un paseíllo blanco de aquí al final del campeonato, más teniendo en cuenta que este fin de semana jugaban contra el Atleti, equipo al cual jugar contra el Real Madrid no se le ha dado demasiado bien estos últimos lustros pese a las recientes victorias en la final de Copa y en la Liga. Es más que probable que hubiese alguno que se imaginase una victoria blanca bastante cómoda, que juntada con una derrota azulgrana (porque todos sabemos que perder un partido es sinónimo de grave crisis), convertiría al conjunto merengue en líder destacado de la Liga. Si a eso le juntamos los tres puntos del Clásico, pues ya tendrían media Liga en el bolsillo. Título al cual acompañarían un nuevo título de Copa frente al Barça (con humillación, a ser posible) y la ansiada Décima.
Pero, para bien o para mal, el fútbol ni es matemático ni es una ciencia exacta. Es harto probable que hubiese una erección generalizada tras el 0-1 en el Calderón, la cual se convirtió en un coitus interruptus apenas cuarenta minutos después, cuando los colchoneros marcaban el 2-1 al final de la primera parte, lo cual pasaría a un poco de acojone durante la mayor parte de la segunda parte, al menos hasta que Cristiano Ronaldo marcó el definitivo empate a dos, el cual aseguraba a los blancos en lo más alto de la tabla, pero con la posterior victoria azulgrana frente al Almería, los seis puntos soñados durante toda la semana eran, ayer a última hora, apenas uno. Muchos querrán convencer a la audiencia de que están tranquilos, que confían en su Comandante CR7 y en el saber hacer de su entrenador. Pero algo me dice que muchos no están tan tranquilos como nos quieren hacer ver. Pese al liderato, saben que un punto puede desaparecer a la misma velocidad con la que llegó, y cualquier paso en falso lo pueden pagar muy caro.
Si quieren pruebas, sólo hay que ver al Barcelona: Tras 60 jornadas líder, tuvo bastante con unas pocas semanas malas o relativamente malas para perder el primer puesto. Pero ellos hablan del Super Madrid, equipo invencible, pero si algo nos ha demostrado la historia es que no hay ningún equipo invencible, y que sólo es cuestión de tiempo que acaben cediendo. Contra el Atlético de Madrid estuvieron a menos de diez minutos de cosechar su cuarta derrota de la Liga, con lo cual hubiese perdido el liderato que ostentó más de 60 jornadas después. Y es precisamente el hecho de que el FC Barcelona haya perdido el liderato después de tantas jornadas lo que les da alas para hablar del declive azulgrana, pero, en el fondo, no es más que poco menos que una ilusión. Es posible que ya no maraville como lo hacía en tiempos de Guardiola, pero aún no hay que darle por muerto...