El centrocampista del Barcelona Thiago Alcántara, que marcó tres de los goles españoles, fue la gran estrella de un partido, en el que brillaron todos los jugadores de la selección, con un juego al toque, veloz y preciso, que pudo concluir en un marcador más abultado. El 'hat-trick' de Thiago, nombrado por la UEFA mejor jugador del encuentro, fue además el primero en una final de un Europeo sub'21 desde que éstas se disputan a un solo partido.
Italia se mostró impotente durante los 90 minutos para contener la calidad y el dominio del balón de los jugadores de la 'Rojita', que consiguieron emular los cuatro goles que le marcaron a sus mayores de la selección absoluta a Italia en la final de la Eurocopa 2012. El once inicial fue el mismo que en la semifinal ante Noruega, con la única excepción de Morata, la Bota de Oro del campeonato con cuatro goles, que esta vez salió titular en detrimento de Rodrigo
España disputó un sensacional primer tiempo, dominado el balón e impidiendo el juego de los italianos que, pese a todo, crearon cierto peligro con los balones largos por alto a sus delanteros. Apenas cumplidos los seis minutos de partido, tras un gran pase de Isco nombrado MVP del Torneo, Morata se internó prodigiosamente por la banda de izquierda y puso un magnífico centro al área pequeña italiana para que Thiago rematase de cabeza a placer. Las cosas comenzaban muy bien para España con un gol tan tempranero pero, sólo cuatro minutos después, un balón largo bombeado superó la espalda de Iñigo Mártinez para que Inmobile batiese a De Gea por primera vez en el campeonato. Poco después, los italianos repitieron una jugada casi calcada, con un pase largo, de nuevo a la espalda de los defensas españoles, esta vez a Florenzi, que se quedó sólo ante De Gea.
El portero español efectuó una gran parada con las piernas cerradas que impidió que Italia tomase ventaja en el marcador. Sin embargo, España no se dejó amilanar y siguió controlando el balón y creando magníficas ocasiones con la ayuda de un Thiago en estado de gracia en la distribución del juego ofensivo. En una de esas oportunidades, Koke puso un centro magistral al área pequeña que Thiago paró con el pecho para bajárselo al pie y fusilar a Bardi con un tremendo zurdazo que supuso el segundo gol. Poco después, Donati derribó a Tello en el área y el arbitró pitó un penalti, que marcó de nuevo el capitán español, esta vez con la pierna derecha.
En la segunda mitad, Italia salió en tromba en los primeros minutos a remontar el marcador, pero España supo aplacar su furia con un buen trabajo de presión de la defensa y los centrales. La tónica volvió al dominio rojo hasta que Regini derribó a Montoya en el área tras una gran entrada del lateral por la banda derecha e Isco se encargó de transformar el segundo penalti de la tarde. Poco después, una impresionante jugada entre Montoya y Thiago pudo suponer el quinto, de no ser por un paradón de Bardi al disparo final de Morata.
Italia se daba ya claramente por vencida, aunque a diez minutos del final Borini se sacó un gran disparo desde fuera del área ajustado al palo izquierdo de la meta española que no pudo alcanzar De Gea. España se ha alzado con su cuarto título de campeona de Europa tras un torneo en el que ha ido de menos a más, mostrándose cada vez más cómoda hasta desplegar un juego que ha acabado por cautivar a todos los aficionados.