


Nuestro habitual colaborador fotográfico suele ofrecer instantáneas de atardeceres, cuando la luz del sol, en este caso, ilumina la fachada principal de la Iglesia de San Lorenzo y los edificios opuestos en la Plaza de Evaristo San Miguel. No es malo ver Gijón a primera hora de la mañana de un domingo, cuando nuestro fotógrafo tomó estas imágenes sencillas, de un día de descanso en Gijón un poco antes de las ocho de la mañana. Los nenúfares no lucen todavía del modo en que debieran en los Campinos, pero están recuperando un espacio que los últimos años ofrecía un aspecto de abandono. Bienvenidos sean.