Unos 21 días muy intensos y sacrificados, ya que hemos trabajado mucho y a veces con mucho calor. Pero que sin embargo, por mi parte, creo han merecido la pena, ya que hemos podido convivir con una variedad y riqueza cultural, que de otra forma hubiese sido imposible. He podido conocer otra cultura, otro país, practicar inglés, aprender un poquito de italiano y lo más importante crecer como persona y aprender a trabajar en equipo y ser una piña en los momentos complicados. Impresionada me he quedado de la amabilidad, colorido y espectacularidad del grupo Azteca llegado de Méjico, de la voz cavernosa de los cantantes y de los sonidos obtenidos de los instrumentos del grupo mongolí “Jonon”, de cómo vibraron y saltaron los espectadores ante el famosísimo grupo escocés “Saor Patrol”, o como nos alegró el grupo “Maoori – Islas Cook” con su juventud, alegría y ritmo típico de Nueva Zelanda, o la espectacular y perfecta coreografía al son de la percusión del grupo “Masa Daiko” proveniente de Japón. 
Una experiencia única que recomiendo, ya que hay proyectos de todo tipo, relacionados con el medio ambiente, la construcción, los trabajos manuales o con la agricultura, por poner algunos ejemplos. Y en todos en ellos estas en contacto con voluntarios de cualquier parte del mundo y lo que eso conlleva, una riqueza cultural impresionante. Así que, si no tienes planes para este verano, quieres vivir una experiencia única que además de divertirte, te permita practicar otro idioma, ayudar en un proyecto y crecer como persona, esta es tu oportunidad.

[1] http://www.lospiritodelpianeta.it/
