Pues sí, escucho en la radio que el presidente de la Comunidad Valenciana ha decidido aceptar que ha cometido un cohecho impropio, pagar la multa y evitar el juicio.
Naturalmente, su aceptación evita un juicio después del verano que le podría acarrear aparecer en los medios de comunicación –menos en el Canal 9, que ya se sabe que vive en la Babia Pepera— en épocas electorales próximas, pero no evita varias cuestiones de tremenda importancia:
- Camps ha mentido deliberadamente, ahora acepta no haber pagado los trajes, cuando ha dicho en varias ocasiones que los había pagado él, o que lo había hecho su mujer.
- Camps acepta haber recibido trajes a cambio de favores. En definitiva eso es el cohecho.
- Camps, aunque se libre de un juicio, no se libra de tener antecedentes penales.
Visto lo anterior, hay que recordar que en la Comunidad Valenciana, por mucho que le hayan votado, hay un presidente que ha delinquido, que ha mentido, que ha hecho favores a cambio de regalos y que tiene antecedentes penales. ¿Hay quién dé más?
Escuchaba también en la radio que un taxista se quejaba porque para ser profesional del taxi le exigían no tener antecedentes penales, y, sin embargo, a un presidente de una comunidad no se le exige este requisito.
Ahora es cuestión de tiempo, ya se sabe que el electorado pepero olvida pronto y que con agosto por medio, cuando se vuelva a la política y en precampaña electoral, allá por septiembre, todo lo habrán olvidado. Y Camps seguirá sonriendo y reinando en su tierra. Y es que la amnesia y la desvergüenza pepera no tiene límites.
Mientras tanto, Rajoy, ya saben, fumándose un puro y esperando su inexorable ascenso a la Moncloa. ¡Ver para creer! ¡Oh país!
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