Seydou Keita es el jugador más conocido por el gran público de la selección de Mali. Su paso exitoso por el Sevilla y notabilísimo por el Barcelona le han colocado entre los jugadores africanos que más títulos han ganado en Europa a todos los niveles y las siempre amables palabras de su entrenador para con él, hacían ver que a pesar de no ser un fijo, era uno de esos jugadores que no sólo suman siempre que salen ya sea como titular o desde el banquillo, sino que también 'hacen equipo' en el día a día.
Su salida hacia China, acompañada con un lucrativo contrato, pilló a más de uno de sorpresa. Era un jugador veterano pero su nombre, ligado a buenos equipos europeos, bien podía haber sido protagonista de un último gran contrato, pero en el Viejo Continente. Y ahí le perdimos la pista. El poco seguimiento que tiene en estos días el fútbol chino a pesar de las grandes inversiones y de la cantidad de jugadores españoles que poco a poco se van aventurando a vivir esa experiencia invitan a pensar que esta tendencia se irá revertiendo. Lo que sí que parecía quedar claro es que, más allá del seguimiento que pudiéramos hacer de la Liga China, el nivel de exigencia de Keita iba a bajar y con ello su rendimiento podía verse afectado, de manera justa y natural, pero no se volvería ver a ese gran Keita dominar el ancho y largo del campo. Doce partidos oficiales en más o menos tres meses es con lo que llegó Seydou a la concentración de Mali, habiendo jugado el último el tres de noviembre. Casi un mes parado.
Pero su rendimiento en esta Copa África, echándose a su equipo a la espalda, con goles importantes y con el detalle que bien confirma todo lo que ha mostrado en esta CAN: de los cuatro partidos que ha disputado, ha sido elegido mejor jugador del encuentro en tres de ellos. Toda una garantía de cara al importante choque que vivirá hoy ante una de las sensaciones del torneo, Nigeria, con el objetivo de llevar a Mali a la final y a la posibilidad de poder levantar este trofeo por primera vez en su historia.