Can Ràfols dels Caus

¡Hola soñadoras! Después de quince días de vacaciones hoy vuelvo a mi rutina, tanto de blog como de trabajo, y debo de reconocer, que en el momento de plantear los días libres estuve muy astuta eligiendo el jueves para volver a empezar, porque tener el fin de semana cerca hace que la bofetada que te manda de vuelta a la realidad no sea tan dura. 
Seguro que si habéis estado atentas a mi día a día en Instagram Stories, sabréis que he pasado siete días estupendos en mi tierra, Barcelona, donde he recorrido de nuevo lugares con muchos recuerdos, pero también he vivido nuevas experiencias que me han dejado muy buen sabor de boca, entre ellas, la que os voy a contar y enseñar en este post.
Uno de los días hicimos una escapada a la comarca del Garraf, concretamente a Avinyonet del Penedès, para hacer turismo ecológico y conocer una de las bodegas mas singulares y atractivas de Europa, Can Ràfols dels Caus. 
Antes de contaros mi recorrido y experiencia en esta visita, me gustaría contaros porque desde hace unos meses me veis muy a menudo, por redes sociales, asistiendo a catas y eventos de vino, y visitando distintas bodegas. Mi chico, Rubén, es un apasionado del vino, la uva y los viñedos desde mucho antes de conocerme, sin duda, uno de sus mayores sueños se esconde tras la enología. Un sueño que se ha removido y despertado hace unos meses tras la apertura de EVOQ Restaurante, uno de los negocios de mis padres, y como nada sucede porque sí, justo ha coincidido con el final de su doctorado en bioquímica lo que le ha planteado la posibilidad de dar un giro a su carrera profesional, enfocándose ha ese nuevo sector que bien conoce. 
Yo nunca he sido buena bebedora, no me gustan las bebidas con alcohol, pero si soy un buen apoyo, e incondicionalmente quiero estar ahí ayudándole a lograr ese nuevo reto.  Desde luego, no es ningún sacrificio, pues a pesar de no ser muy fan de tomarlo como costumbre, sí me atrae todo lo que se esconde tras el cuidado de la uva y su producción, eso, poco a poco, me va animando a catar, valorar y distinguir sus sabores. Quien sabe, quizás en un tiempo mi perspectiva cambie mucho respecto a esto. 

Una de las cosas que más me cautivaron de Can Ràfols dels Caus, es cómo han conseguido que esta propiedad siga conviviendo en armonía con su entorno desde hace más de dos mil años. Sorprende pensar que esta masía, recuperada como bodega por Carlos Esteva en los años 80, tiene sus raíces en las postas romanas y donde se lleva elaborando vino desde el s. XV. Esa historia milenaria se siente en cada curva del camino de tierra que nos llevó cruzando viñedos, olivares y almendros ya floridos desde la carretera principal hasta el edificio central. Y se hizo aún más patente cuando Lluba, nuestra guía, nos llevó hasta las terrazas desde la cual, mirásemos donde mirásemos, toda la tierra estaba trabajada y las cepas, perfectamente alineadas y cuidadas, se mantenían en un breve letargo del que despertarán en semanas para comenzar un nuevo ciclo de floración.
El enfoque de trabajo de los que forman parte de la bodega se basa en esta historia, es moderna, adaptada a los nuevos tiempos, por supuesto, pero respetando hasta el extremo más obsesivo las tradiciones y técnicas más arcanas en la elaboración de sus vinos. Cada parcela se cuida para extraer la mejor maduración posible, ayudada por el clima, eso que mi chico dice que se llama "terroir", y las uvas siguen un proceso muy suave en todas las etapas por las que pasan, nos sorprendió muchísimo que no añadan levaduras, ni siquiera las propias de cada parcela, sino que dejan que cada añada arranque espontáneamente su fermentación, lo que es verdaderamente un reto conseguir año tras año la mejor calidad. Pero no fue lo único, si tienen que hacer algún trasvase no usan bombas, sino que han elaborado una bodega debajo de la montaña, enclavada en plena roca, donde cada etapa se dispone al modo de una escalera inmensa, aprovechando la simple gravedad van trasegando el vino hasta que llega directamente a las botellas. Es realmente el respeto máximo y la mínima interferencia en la labor de la naturaleza, solamente se le indica adónde se quiere llegar.
Y esa meta es realmente sorprendente, cuando pudimos catar una selección de vinos, tanto blancos como tintos, nariz y boca se llenaban de aromas, muy francos, muy presentes, cada uva mostraba su personalidad y cada año imprimió los efectos del clima en estos sabores. Y realmente se notaban.
Si quieres conocerla mejor puedes visitar su web www.canrafolsdelscaus.com
Datos de contacto: Finca Can Ràfols dels Caus, s/n08793 Avinyonet del Penedès, Barcelona, SpainTel. (+34) 897 00 13Mail: info@causgrup.com

Look: MASSIMO DUTTI camisa | H&M jeans | OASAP chaqueta | MUSTANG botas | DANIEL WELLINGTON reloj | HAPPINESS BOUTIQUE collar | PARFOIS bolso
¡Besitos! ¡Nos vemos martes con un nuevo post de mi viaje! 
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