Revista Viajes

Canadá 2016, día 8: haines junction – alaska highway (i)

Por Trotaburgos @trotaburgos

Hoy el día comienza de una manera extraordinaria, el tiempo vuelve a ser soleado y de camino hacia la ruta de senderismo que nos habíamos planteado hemos visto un oso grizzli a escasos 4 metros. Lo hemos visto gracias a que había una persona fotografiándolo desde una autocaravana que nos ha hecho sospechar que había "algo", al acercarnos un lomo pardo se veía perfectamente. Estaba en la cuneta buscando comida, tranquilo, sin inmutarse de que dos coches y tres personas estuviéramos pendientes de él. El de la autocaravana no lo sabemos, pero nosotros al principio sentíamos un respeto enorme. El animal parece muy dulce y después de tantas imágenes incluso cercano, pero cuando lo tienes cerca impone.

En un primer momento no hemos salido del coche y con los nervios de coger la cámara de fotos, la de vídeo, el teléfono, casi nos hacen dejar de disfrutar de lo que teníamos delante. Afortunadamente el "modelo" se sabía querido y se lo tomaba con calma. Ha cruzado la carretera tranquilamente, como el que sale a por el periódico el domingo. A todo esto nosotros estábamos entre los nervios de mirar o tratar de captar alguna imagen y entre todo este lío el corazón nos animaba a salir y la cabeza a estar sentados. Después de unos instantes nos ha entrado la razón y hemos podido disfrutar de unos minutos de este espectáculo en el que teníamos, por casualidad, butacas en primera fila.

PARQUE NACIONAL KLUANE:

Al igual que ayer, lo espectacular del paisaje continúa, todo lo que nos rodea es sobrecogedor y hace que avanzar sea más lento de lo habitual. Esas frases de:"fíjate a la derecha, a la izquierda, mira el retrovisor, espera que paro que hay una buena foto...." son la tónica general en los primeros kilómetros hasta alcanzar, un edificio que señala el comienzo de las diferentes rutas de esta parte del Parque Nacional Kluane.

El acceso hasta nuestro punto de partida de la ruta que nos hemos propuesto es por una pista forestal y tiene unos 2 kilómetros hasta la zona de parking. Al llegar tenemos la enorme fortuna de encontrar a uno de los agentes del parque al que preguntamos por la posibilidad de encontrarnos osos y qué nos aconseja. Es zona de osos, pero hoy no han visto ninguno, así que en principio podemos realizar lo propuesto sin problemas. Si vemos a uno nos ha dicho que hablemos más alto de lo normal. Mejor si llevas cascabeles o algún otro tipo de elemento disuasorio.

RUTA SHEEP CREEK:

La ruta que hemos elegido es la de Sheep Creek que anuncia con el número 2 del plan de rutas del Kluane, tiene 10 kilómetros y 430 metros de desnivel. Comenzamos por la pista común que da acceso a otras dos opciones y pronto nos desvía con un cartel anunciador que presenta la ruta.

El sendero está muy marcado y aunque no tiene señalizaciones tampoco hay posibilidad de perderse. Comenzamos en una zona boscosa que hace muy agradable la cuesta que tenemos delante. Al cabo de un tiempo los árboles van dando paso a una vegetación más baja y las vistas sobre el valle absorben cualquier sentido. El resto de la ruta han sido muchas paradas para plasmar una fotografía o guardar una imagen en el recuerdo.

El final lo establece un hito, indica kilómetro cinco y desde aquí hay otras opciones. El lugar donde nos encontramos es un balcón extraordinario sobre este paisaje. Después de un almuerzo bien disfrutado comenzamos la vuelta.

Ahora toca seguir recorriendo esta carretera histórica que es la Alaska Highway. Como ayer, nos ofrece unos magníficos paisajes que hacen los kilómetros mucho más amenos. De nuevo la soledad y la imagen de un gran valle donde la carretera serpentea hacia el horizonte evoca a carteles o fotografías con la publicidad de otros lugares. La carretera se extiende a lo largo de más de 2.450 kilómetros desde Dawson Creek (B.C) hasta Delta Juntion (Alaska) y esta zona que estamos recorriendo, aparte de disfrutar de las vistas sobre el lago Kluane, es la que discurre paralelamente por el legendario Kluane National Forest y las montañas St. Elías. Resulta llamativo ver los hitos kilométricos indicando, por ejemplo, P.K. 1895.

Los pueblos que vamos atravesando son aldeas minúsculas que no ofrecen la comodidad que tienen otros puntos como sucedía en la Columbia Británica. Es bueno decirlo para organizarse en cuanto a la forma de viaje. Comer no hay pega porque cada uno de ellos ofrecen esa posibilidad. Por ejemplo, en Destruction Bay hemos comido en el Talbot Arm Motel. Muy recomendable y buena relación calidad precio. Merece la pena una parada y probar su plato del día o una hamburguesa estilo canadiense. También tienen gasolinera, pero el precio por litro de gasolina en comparación con Haines Juction es un 20% más cara. No lo criticamos, porque entendemos que cuanto más nos adentramos en este territorio más cuesta llevar las cosas.

En Burwash Landing encontramos el Museo que habla y muestra la historia de la búsqueda de oro en estas tierras. En la guía nos indicaba que el pueblo tenía tienda y alguna otra cosa y no lo hemos encontrado. Sí que hemos visto un punto de suministro de gasolina.

La anécdota es que nos encontramos con el arreglo de la carretera (el año que viene se conmemora el 75 aniversario de su construcción) y nos supone bastante tiempo hacer los últimos kilómetros que teníamos hasta nuestro lugar de pernocta. Apuntar simplemente que creíamos que todo estaba asfaltado y nos hemos encontrado con más de 50 kilómetros de ripio.

Finalmente llegamos al camping Discovery Yukón Lodging que está en el punto kilométrico 1.818. Hemos preguntado las diferentes opciones para alojarnos y elegimos la tienda de campaña con cama. Es individual y el precio son 30 $ por noche. Como no nos hemos traído cena preguntamos por ello. No tienen restaurante, pero la señora propone calentarnos una lasaña. Sobre el sabor y la cena solo podemos decir ¡gracias!, mil gracias por un plato que recordaré bastante tiempo, ¡menos mal que no era restaurante!. Al principio no la hemos entendido y hemos pensado que nos iba a dar una de las congeladas, pero al presentar las dos que ha traído en la mesa sabíamos que no eran de las comerciales. Así que hoy ha tocado disfrutar de una cena riquísima en un lugar diferente.


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