Revista Historia

Canal de la Infanta: Memoria histórica en estado terminal.

Por Ireneu @ireneuc

Pocas veces un canal de regadío tiene tanta trascendencia para la historia de una población como el Canal de la Infanta para la historia de L'Hospitalet de Llobregat. Este canal de riego que partiendo desde Molins de Rei lleva el agua del Llobregat por su ribera izquierda hasta Barcelona significó un cambio cualitativo crucial en la transformación de Hospitalet de una población agrícola a una población industrial. Sin embargo, pocas veces también una población ha sido más desagradecida para con su principal fuente de progreso.

Aún me fascina cuando uno de los ancianos de la calle, ya muerto hace unos años, me explicaba que de pequeño se iba a bañar en el canal que pasaba entre cerezos un poco por detrás de nuestra casa. El imaginarme esta zona de Hospitalet, antaño agrícola, verde y ahora convertida en gris y cemento, siempre me hace añorar un pasado que jamás he vivido y que siempre ha girado alrededor de El Canal de la Infanta.

Este canal fue construido entre 1817 y 1819 y permitió poner en regadío prácticamente todo el termino municipal de Hospitalet, el cual estaba básicamente dedicado al cultivo de secano. El agua del Llobregat sirvió para que el pueblo comenzara a crecer en población y, al abrigo de la fuerza hidráulica, se empezaran a instalar cada vez más industrias que dieron el espaldarazo definitivo a que se convirtiera en la segunda ciudad de Catalunya. Por desgracia, este crecimiento desorbitado durante el siglo XX, fue, paradójicamente, lo que acabó con el canal.

La disminución de las tierras de cultivo, así como las necesidades cada vez mayores de evacuación del alcantarillado de los nuevos edificios que se construían por doquier, provocaron que cada vez más se utilizara el antiguo canal de riego como lugar donde abocar los residuos domiciliarios, lo cual convirtió lo que antaño era un plácido y bucólico canal de riego en una auténtica cloaca a cielo abierto. De esta forma, el canal se convirtió en una fuente de malos olores y de infecciones varias, que conforme fue pasando el tiempo fue cubierta y convertida en muchos de sus tramos en una simple alcantarilla.

Aunque sigue en funcionamiento en su tramo hasta Sant Joan Despí, poco queda ya en Hospitalet de esta infraestructura. Sin embargo, aún existe un pequeño tramo en que el Canal de la Infanta no ha desaparecido todavía a pesar del estado de deterioro que se ha producido tras pasar casi 30 años sin circular agua por su interior. Los planes de urbanización a toda costa que el ayuntamiento tiene para la zona donde se encuentran los restos tampoco parece que le auguren un futuro muy halagüeño.

El tramo se encuentra al final de la avenida Josep Tarradellas, en el interior de los terrenos del antiguo Cuartel de la Remonta, sede en la actualidad de la Escola de Capacitació Agraria Eqüestre y consisten en unos 100 metros de canal recubierto de mampostería y un puente que salvaba el canal para poder acceder a unos terrenos que se encuentran a un nivel superior. Justamente, el estar incluidos en terrenos militares -aunque posteriormente cedidos al ayuntamiento- ha permitido que aún sean visibles.

El tramo que aún se conserva comienza unos metros antes en el término de Cornellà de Llobregat, ya que esta zona es limítrofe entre Cornellà y Hospitalet, siendo visitable al corresponder a un tramo abierto de la calle Conflent. En ella podemos observar una parte del canal totalmente colmatado de tierra, escombros y desechos varios (cabe recordar que en sus orígenes tenía entre 2 y 4 metros de ancho y 1'80 de profundidad), así como un puente que daba acceso a un paso inferior de la vía del tren que pasa a pocos metros. El entorno está totalmente degradado y abandonado denotando la falta total de interés por conservarlo por parte de los ayuntamientos implicados.

Ignoro cual será el futuro de los pocos restos reconocibles que aún quedan del Canal, pero mucho me temo que los intereses urbanísticos y las comisiones bajo mano pasarán al galope, como tantas otras veces, por encima de nuestro derecho a la conservación de la memoria histórica de nuestro pasado colectivo.

Para ver más fotos del tramo que se conserva, entrad en este enlace.


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