Tanto a nivel sanitario como social el cáncer es una de las patologías mas preocupantes. Cada año se diagnostican millones de casos de cáncer, así como defunciones provocadas por esta enfermedad. Siendo el cáncer de mamas el que mayor número de casos tiene. Seguido muy de cerca del cáncer de pulmón y el cáncer colorrectal. Esta afección en el pulmón es la que provoca mayor número de decesos, pero el cáncer colorrectal también tiene una cifra considerable. Aunque en el 90% de los casos la tasa de supervivencia es de 5 años una vez hecho el diagnóstico.
Para combatir el cáncer colorrectal es muy importante la prevención y diagnóstico preventivo. Cualquier tipo de cáncer es preocupante y cambia la vida de quien lo padece. Por ello es importante prevenir su aparición. Los tratamientos para el cáncer suelen ser fuertes e interfieren en la calidad y estilo de vida de las personas. En este artículo te hablaremos sobre el cáncer colorrectal, sus causas, síntomas y tratamiento.
¿Qué es cáncer colorrectal?
El cáncer en sí, se puede definir como un grupo de enfermedades que provocan en ciertas células del cuerpo, un crecimiento descontrolado. De manera normal los cuerpos celulares, crecen, se dividen y mueren. Esto se realiza para mantener la integridad de los tejidos. En ocasiones la proliferación y funcionamiento normal de las células es impedido por mutaciones. Esto las convierte en células malignas que crecen más de lo normal. Es el inicio del cáncer, con tumor o sin él.
La formación de tumores malignos en el revestimiento del intestino grueso, es lo que produce el cáncer colorrectal. Esto puede suceder en el apéndice vermiforme, en el colon ascendente o descendente, colon transverso o recto. Generalmente estos tumores aparecen debido a la exposición a factores de riesgo o por la edad avanzada. En un 2.5% se debe a componentes hereditarios. En su mayoría, el diagnóstico de cáncer colorrectal, se lleva a cabo luego de los 50 años.
Causas del cáncer colorrectal
Las causas del cáncer colorrectal, no están del todo claras. Se sabe que en la mayor parte de los casos la afección comienza con la aparición de pólipos en el recto o colon. Son pequeños grupos de células que se acumulan en el revestimiento del intestino grueso. Siendo los más comunes, los pólipos hiperplásicos y los inflamatorios. Estos afortunadamente no producen el cáncer. En cambio, la aparición de pólipos adenomatosos tiene un riesgo de cerca de 10% de convertirse en cáncer.
No se pueden determinar las causas exactas, pero si hablar de los factores que pueden producir su aparición:
- Edad: El cáncer de recto, suele aparecer alrededor de los 63 años, mientras que el cáncer de colon se diagnóstica con mas frecuencia luego de los 68 años.
- Antecedentes familiares: Si existe más de una persona dentro de una familia que padece de cáncer colorrectal. Que la enfermedad se haga presente en varias generaciones de un mismo grupo familiar. Son indicativos de que el cáncer colorrectal tiene un carácter hereditario.
- Aparición de pólipos: Como ya hemos explicado, los pólipos pueden generar cáncer de colon.
- Mala alimentación: Según la OMS consumir carnes procesadas aumenta el riesgo de padecer cáncer colorrectal.
- Vida sedentaria: Mantener una vida sedentaria te hace propenso a la aparición de diversos canceres. Mientras que la actividad física regular previene su aparición.
- Obesidad y sobrepeso: La probabilidad de desarrollar cáncer colorrectal en el hombre obeso o con sobrepeso aumenta de un 30 a 70%.
- Tabaco: Fumar más de un paquete cada día, aumenta en un 50% el riesgo de padecer cáncer colorrectal, en hombres y mujeres.
Otros factores que pueden producir cáncer colorrectal
- Enfermedad de Crohn.
- Alcoholismo.
- Enfermedad inflamatoria del intestino.
- Algunos síndromes hereditarios.
- Diabetes.
Síntomas del cáncer colorrectal
Es normal que, durante las primeras etapas de esta afección, las personas sean asintomáticas. El cáncer será más o menos grave, de acuerdo al tamaño del tumor, su proliferación, el lugar donde se localice, entre otros factores a tomar en cuenta. Estos son los síntomas principales que muestra el cáncer colorrectal.
- Cambian los hábitos intestinales. Puede existir presencia de estreñimiento, diarrea y las deposiciones varían su consistencia.
- El recto sangra, la sangre es brillante y roja.
- Se siente deseo de ir al baño, pero al defecar estas ganas continúan.
- Las heces se hacen mas delgadas de lo acostumbrado.
- Son persistentes las molestias en el abdomen.
- Pérdida de peso inexplicable, fatiga y debilidad.
- Vómitos y nauseas.
Todos estos son síntomas también de otras enfermedades estomacales o intestinales. Tales como indigestiones, intestino irritable, infecciones estomacales o intestinales, hemorroides, etc. Por eso antes de alarmarse, se debe acudir al médico para que este, luego de una revisión, emita el diagnóstico acertado sobre el padecimiento.
¿Cómo se diagnóstica el cáncer colorrectal?
Existen diversas pruebas para diagnosticar esta neoplasia maligna. Entre los primeros que se utilizan está la colonoscopia. Se obtienen imágenes del interior del recto y el colon, a través de un tubo que tiene fijada una cámara, denominado colonoscopio. En caso de detectar tejido sospecho, se toma una muestra para realizar una biopsia. Esta dará el diagnóstico definitivo.
También se hace análisis de sangre para poder evaluar la anemia provocada por el sangrado rectal. Además de poder realizar resonancia magnética, radiografía de tórax, tomografía computarizada y ecografía.
Tratamiento para este tipo de cáncer
El tratamiento depende del caso de cada paciente. Según como se sitúen las células malignas podrá realizarse una extracción denominada polipectomía. Que se lleva a cabo mientras se hace la colonoscopia. Si no es posible, se lleva a cabo una laparoscopia, que es una cirugía poco invasiva para realizar la extracción.
Si el cáncer es avanzado y se ha regado por el intestino, se debe realizar una colectomía, se extrae parcial o total el colon. Si la diseminación es grande se recurre además a terapias sistémicas. Como la quimioterapia, la terapia dirigida y la inmunoterapia. Si no fuese posible conectar las partes saludables del intestino. Se realiza una abertura quirúrgica denominada ostomía. Que puede ser o no permanente.