No suele ser especialmente común, pero cabe la posibilidad de que el cáncer de mama aparezca durante la gestación. Su frecuencia de aparición no aumenta durante el embarazo, aunque el problema principalmente radica en la imposibilidad de valorar al tacto el pecho, por los cambios que sufren los senos durante el embarazo y la lactancia.
Aunque poco común, si aparece el cáncer de mama durante el embarazo, se puede y es necesario tratar. Tanto en el período de gestación como en la lactancia, el cáncer es tratado de la misma manera que si la mujer no estuviera embarazada, sin embargo, habrá determinados medicamentos que no podrán ser prescritos hasta después del parto, por los posibles efectos secundarios sobre el bebe. El embarazo no es un factor que empeore el avance de la enfermedad, pero si fuera preciso iniciar tratamiento de quimioterapia se puede programar el parto de manera prematura para poder administrarla. Existe evidencia empírica que demuestra la posibilidad de aplicar tratamiento quimioterapéutico en mujeres embarazadas a partir del segundo trimestre del embarazo, sin que se den consecuencias negativas en el bebé.