Amor, sinceridad, tolerancia, naturaleza, mar, familia, noche, esperanza, nube, caracola, color, renacer, gratitud, …
Cualquier palabra es válida para empezar a pintar una hoja en blanco, para dejar fluir la tinta en los renglones, para romper el silencio de la hoja en mil imágenes murmurantes, para hacer palpable la palabra impregnada con olor a un agosto que es tan tuyo, quizá el día de hoy no tenga muchas palabras para compartir, han sido semanas o meses de silencio y quizá nadie encuentre este texto, escondo a veces las cartas abiertas al mundo porque me gusta que alguien las descubra, quizás tú, quizás él, quizás ellas, y también quizás te diga algo ahora y quizás te diga algo para después, quizás hoy estoy escribiendo para ti y no para mí, quizás estoy usando mucho la palabra –quizás-, pero escribo sin más afán que describir una tarde lluviosa, un perro dormido en la banqueta o un gato agazapado en un tejado, para contar que hay magia en cada lapso de vida, ….(siempre hay magia) tu sangre por si no lo sabes es partícula de luna, paisaje donde soñarán tus hijos, y los hijos de tus nietos, olvidamos admirar la magia porque la vida mecanizada y digitalizada nos arrastra al olvido global y a veces local, pero nunca es para siempre, volverás al recuerdo de alguien, hoy quiero quedarme sin acordes en los dedos, quiero a cambio algunas frases para distraer tu atención a esta página, las horas, los minutos, suceden igual que suceden los siglos y los milenios, volverás al recuerdo de alguien y allí estará el fragmento de eternidad que te pertenece.
Hubo una vez un vagabundo muy grande para un planeta tan pequeño…(siempre hay magia) el sol y el águila flotan sobre un universo mayor, pulsan paralelos, buscan el verdadero espacio, el verdadero tiempo y no la ilusión de los relojes cuánticos y los edificios de diseño, hubo una vez un planeta que soñaba, y un continente sin fronteras, hubo una vez una sed y una hambre que no dolían, hubo una vez una hoja escrita y una piedra cincelada con la palabra -sabiduría-, hubo una vez un paraíso que sólo se escondió a la espera de que lo descubras. Debes creer siempre en faunos y alebrijes. El mundo gira, no se detiene en el semáforo, no se detiene en el andén, nunca en los paraderos, ni en un hotel, sólo el amor detiene la prisa de vivir, la prisa de reproducirse, la prisa de morir, siempre acontecen los reencuentros, tan lejos de casa, uno se reconoce en el tiempo de quien tienes mucho sin ver, de repente noche, de repente día, de repente tantas noches, es bueno volver a saber de quienes cambiaron o cambiarán el rumbo de tu vida.
Escribo una carta más, una carta abierta que NO es urgente pero tampoco es para olvidarla o para desecharla sin darle una pequeña oportunidad de ser papel y ser tinta, un reguero de palabras se me ha escapado de las manos, no hay tiempo ni espacio suficiente en una hoja para describir la belleza que a veces se halla sin buscar. Por si acaso hay algún lector además de ti, de mí, o de ella, pondré un par de buenos deseos o más entre estas líneas, tras la apariencia de la rutina puede estar un milagro y una esperanza, puede estar el amor en ti y alguien puede descubrirlo.
Hubo una vez un vagabundo muy fuerte para un planeta tan frágil… (siempre hay magia) el camaleón nos protege del rayo y del destino, hubo una vez y habrá otras veces, el tiempo exacto para que se envíen cartas de amor los amantes, hubo un día y habrá otros tantos en que florecerá la imaginación para proponer mundos nuevos, factibles, y nadie podrá pararlos y ya nadie podrá derribarlos. Un periódico de ayer trae noticias que bien pueden ser las mismas de hace 5 años o de dentro de 12, la vida a veces se recicla en sus errores, pero trae también los ciclos… mensajes cifrados para intentar la certidumbre de vivir.
No temas al grisáceo crepúsculo de esta tarde, mañana se iluminará tu camino con la energía de la estrella. Interrumpiré esta carta abierta, la dejaré abierta por si pasas tú, o si pasa ella o si vuelvo a pasar yo…por ahora… y es que también a mí como ti, me arrastra la rutina…y dejo a media voz las cartas que debieran ser a voz alta, y dejo incompletas las cartas que debieran completarse, me pasa lo que a todos, se me acaba el día y sólo hay pendientes.
Amour, Manik, Flauta, Gratitud, Pincel, Ciao, Maíz, Haiku, Citlali, Niebla, Sumailla, Música, Augenblick, Mirlo, Ngumú, Ritmo, Gorrión, Papalotl, …(siempre hay magia SIEMPRE) cualquier palabra es buena para terminar de pintar la hoja en blanco, para firmar un pacto con la palabra, para NO dejar crecer tanto silencio… Bastan dos para ser un universo, basta un mundo, vuelven a caer gotas de amanecer en un verano que permanece austero entre la magia y las palabras.
…
(08agosto2011)
Por: Godofredo Oscós-Flores