Revista Cine
Canciones de la gran deriva, de Vicente Muñoz Álvarez
Publicado el 19 noviembre 2012 por José Angel BarruecoCrazy love
Me llamó por teléfono a las tres y media
y me preguntó qué estaba haciendo.
Le dije que me disponía a comer
y estaba calentando algo de pollo en la cocina.
¿A estas horas?, preguntó.
Salí a tomar un vino y acabo de llegar, contesté yo.
Entonces ella empezó a chillar
y a maldecir por el teléfono.
Dijo que aunque siempre estaba deprimido
nunca me encontraba en casa
y yo le pregunté si prefería verme encerrado todo el día.
Pero no respondió a eso.
Cambió de conversación
y me preguntó con quién había salido.
Se lo dije (era una amiga común)
y eso empeoró aún más la situación.
Aumentó el volumen de su voz
y la acusó a la chica de interponerse en nuestra relación.
Después se echó a llorar.
Y finalmente gritó:
Algo pasa entre nosotros
no sé lo que es pero algo pasa algo pasa entre nosotros.
Y colgó luego el teléfono.
Estuve unos segundos Escuchando la señal fría y monótona
del auricular en la distancia.
Pensé que casi todo era una mierda.
Tiré el pollo recalentado a la basura
y me senté en la mesa a beber vino.
Escribí después este poema.
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Por el sistema
En un mundo donde los cuerdos sueñan con comprar lo antes posible un piso a plazos celebrar una gran boda y tener hijos en un mundo regido por la televisión por la competitividad por el consumo en un mundo de fútbol y farsa de estar en lugar justo en el tiempo adecuado en un mundo de policías y mafias de chabelis y trepas de flamantes coches y abogados
escribir poemas como este es hacer terrorismo de estado.