Revista Cultura y Ocio
Segunda novela de la llamada trilogía de Harry Stark, que empezó con Delitos a largo plazo y concluirá con Crímenes de película. Con respecto a la primera, el cambio es drástico: Harry Stark es mencionado algunas veces y sólo aparece en un pasaje. La historia abarca varias décadas y sigue las pesquisas de un policía, las andanzas de un ladrón y asesino de policías y las maniobras de un reportero con tendencia al crimen. Hay tres narradores: el poli, el periodista y una voz en tercera persona. Con respecto a la anterior, creo que el nivel baja mucho. Que apenas aparezca Harry Stark, el personaje que daba sentido al primer libro, es un error. Sus diálogos resultaban fascinantes. Se trataba de un tipo magnético, un ejemplo de gángster con estilo. Por eso me he sentido un poco decepcionado; aunque, ojo: no es un libro malo. Espero que la tercera y última novela vuelva a la fuerza de los orígenes. [Traducción: Ignacio Gómez Calvo]