Revista Música

Canciones: Morning glory (Tim Buckley, 1967)

Por Bruno
Canciones: Morning glory (Tim Buckley, 1967)En 1967 Tim Buckley todavía se movía dentro de lo que el mercado esperaba de un artista catalogado como “folk”. Pero faltaba muy poco para que ese duende arisco despegara hacia nuevos rumbos, metiéndole a su música influencias de todo tipo, desde el blues, las dinámicas del jazz o los quiebres totales de marcos referenciales del Avant Garde. En 1967 grabó su segundo lp para el sello Elektra, “Goodbye and hello”, todavía con un pie en un pop/ folk ubicable. Allí, como último track, aparecían esos escasos tres minutos de una belleza sideral llamada “Morning glory”Para los nacidos a mediados de los ´70 como yo, ése momento sólo pudimos recuperarlo muchos años después, cuando en los 90 accedimos a la discografía de Buckley. Pero antes de eso, en los 80, vislumbramos algo de su magia gracias al combo del sello 4AD This Mortal Coil, que grabó una versión exquisita de “Morning glory” en su disco “Filligree and shadow”. Daría para otro largo post comparar ambas versiones: los silencios de una, los espacios y flotaciones de otra. En ambos casos y por distintos caminos, la belleza es conjurada y dice presenteCanciones: Morning glory (Tim Buckley, 1967)¿Qué es lo que hace de “Morning glory” una canción tan hermosa? Yo pienso que es –a falta de palabras mejores- esa distancia inapresable que expresa musicalmente. Hay algo en esas melodías, en esas caídas (que más que caídas son como desvanecimientos) que flotan en una altura de nubes difíciles de alcanzar. Armonías vacías, notas como cristales.  Donde la versión de TMC agrega un piano que es clave para llenar los intersticios del tema, la versión de Buckley nos quita el aliento dejando en su lugar simple vacío. Y sin embargo, todavía tiene un pie en el Folk. La letra es otro enigma. ¿Quién es ese pordiosero al que el narrador primero convoca para que le cuente historias y del cual después siente terror y maldice? A medida que el tema avanza, unos coros de inspiración religiosa van ganando terreno, hasta desembocar en el final. Todos los otoños desempolvo mis discos de Tim Buckley y vuelvo a caer hechizado por el talento lunático, retorcido y a la vez tibio y melancólico del padre de Jeff. Siempre se suele citar “Song to the siren” como uno de los clásicos de Buckley (también versionada por los This Mortal Coil en una inolvidable interpretación de Liz Fraser). Pero “Morning glory” tiene su lugar (o al menos “mi” lugar) entre las canciones más hermosas y tristes de todos los tiempos. Y una de esas que nos dicen que Tim era un talentoso nato.   I lit my purest candle close to my
Window, hoping it would catch the eye
Of any vagabond who passed it by,
And I waited in my fleeting house
Before he came I felt him drawing near;
As he neared I felt the ancient fear
That he had come to wound my door and jeer,
And I waited in my fleeting house
"Tell me stories," I called to the Hobo;
"Stories of cold," I smiled at the Hobo;
"Stories of old," I knelt to the Hobo;
And he stood before my fleeting house
"No," said the Hobo, "No more tales of time;
Don't ask me now to wash away the grime;
I can't come in 'cause it's too high a climb,"
And he walked away from my fleeting house
"Then you be damned!" I screamed to the Hobo;
"Leave me alone," I wept to the Hobo;
"Turn into stone," I knelt to the Hobo;
And he walked away from my fleeting house
BonusLa nube Morning Glory o «nube de gloria por la mañana» es un fenómeno meteorológico poco frecuente, que puede ser observado en el norte de Australia. El término también sirve para describir una especie de erección nocturna o matinal y se asocia, además, a un defecto del nervio óptico que puede provocar ceguera. Otra acepción la vincula a una planta ancestral cuyas semillas producen efectos alucinógenos superiores a los del LSD.

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